Rocío Carrasco reaparecía este miércoles en Sálvame, con muchos asuntos pendientes sobre la mesa. Sobre todo quiso aclarar todo lo relacionado con el diario secreto de su madre. Pero también se pronunció sobre la relación con sus hijos.
Lleva varios años sin hablar con ellos, y todo apunta a que la situación se mantenga así. No hay intención por ninguna de las dos partes de retomar el vínculo. Así al menos lo dejó entrever ella.
Rocío Carrasco volvía a la televisión después de unas semanas de descanso. Lo hacía mucha más "tranquila" y "relajada". Durante las vacaciones ha tenido tiempo para pensar y reflexionar mucho sobre todo lo provocado por la docuserie.
Asegura que se ha "dado cuenta de lo maravilloso que puede ser el ser humano, de la solidaridad de la gente". Ha recibido muchas muestras de cariño y de apoyo desde el primer episodio de su documental.
"De una cosa que yo durante mucho tiempo pensaba que era malo, hasta que demostraba que era bueno, y me he dado cuenta de que estaba equivocada", dijo.
Se ha especulado mucho sobre su futuro y sobre la relación con sus hijos en los últimos tiempos. El silencio que guardó durante el verano permitió que se desataran todo tipo de rumores. Ella quiso dejar claro que no había habido ningún tipo de avance.
Preguntada sobre si alguien de su familia se había puesto en contacto con ella, la respuesta de Rocío Carrasco fue tajante. "Ni la he recibido, ni la he esperado, ni la quiero", aclaró. La relación con Amador Mohedano, Ortega Cano y sus hermanos, que serán protagonistas de la nueva temporada de la docuserie, es inexistente.
Carlota Corredera también quiso conocer si había recibido alguna llamada por parte de sus hijos. La respuesta fue prácticamente igual. "Ni la he recibido, ni la he esperado, y tengo la esperanza de que en algún momento en el tiempo suceda", apunta.
Confía en que eso ocurra más pronto que tarde. Sobre todo porque "la vida es larga, si Dios quiere". Sin embargo, considera que "ahora mismo no es el momento, sigue sin ser el momento".
Rocío Carrasco, ajena a los comentarios
Rocío Carrasco ha aprovechado las vacaciones para desconectar. Se mantuvo ajena a todos los comentarios que hicieron sobre ella algunos miembros de la familia Mohedano. "No tengo redes sociales, lo sé porque hay personas que me lo van enviando", confesó.
Cree que está en deuda con toda esa gente que le ha respaldado en los malos momentos: "Tengo que devolver ese cariño y ese apoyo".
Ya han transcurrido unos cuantos meses desde que se emitiera su documental, Rocío, contar la verdad para seguir viva. Ahora ha llegado el momento de realizar un balance. Asegura estar "satisfecha por mí, por haber aportado y por añadir ese granito de arena que es muy importante para todas las mujeres".
Ella se ha atrevido a denunciar su situación y, casi sin pretenderlo, se ha convertido en un referente para muchas personas. "Deberíamos estar todos muy orgullosos de lo que hemos hecho", explica.
El dolor sufrido durante los últimos años, a consecuencia de su mala relación con su familia y Antonio David, ya es historia. Tampoco lleva mal la sobreexposición mediática.
"Llevo mucho tiempo digiriéndolo. Con esas acusaciones y esas humillaciones, y esas vejaciones como se ha podido ver en el documental", señala.
La segunda parte de la docuserie promete. Aún no hay fecha para su estreno, aunque todo apunta a que será en octubre cuando empiecen a emitirse los primeros capítulos. En ellos hablará de la familia Mohedano, Ortega Cano y de sus hermanos Gloria Camila y José Fernando.
La historia promete y más de uno ya está temblando.