Rocío Carrasco vio cumplido este sábado 2 de julio uno de sus grandes deseos. Después de 16 años de espera, el museo dedicado a su madre abría las puertas en Chipiona. Unas horas antes quiso acordarse de su tío Amador y del resto del clan Mohedano.
Hace días ya había confirmado que ningún miembro de su familia mediática asistiría al acto. “Hoy es un día feliz, es un día para que yo y mis amigos disfrutemos, y también los amigos de mi madre”, señaló en Socialité.
Rocío le mandaba un duro mensaje a sus parientes. “Si ellos quieren ir al museo, lo podrán hacer a partir del 7 de julio, que se abre al público”, dijo. Además, añadió que si desean “entrar tendrán que pagar la entrada como todo el mundo”.
Ya se sabe que hay mucho dinero en juego con la apertura de este centro de interpretación. Esta semana La Razón destapaba la cuantía que recibirá la heredera universal de la Jurado por ceder el material de su madre. En dos años y medio, 150 000 euros.
Una cantidad que se modificó el pasado mes de mayo. En un primer momento, la intención es que ingresara la mitad, pero hubo un cambio a última hora que benefició a la empresaria.
Se mostró radiante de felicidad durante la noche de este sábado. Sentía que había cumplido uno de los grandes deseos de la cantante. La espera había merecido la pena.
Unas horas antes, en el Deluxe, confesaba que tenía “vértigo” por miedo a no estar a la altura. Pero disfrutó del evento con mucha emoción y rodeada de su grupo de amigos más fieles. Todos aquellos que la quieren no faltaron a la cita.
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Rocío Carrasco posó en el photocall vestida de fucsia. Un color que la ha acompañado durante el último año y medio en esa lucha que emprendió tras la emisión de su serie documental. Más de 500 personas estuvieron presentes en la inauguración, entre los que se encontraba el alcalde de la localidad.
Pero todas las miradas estaban puestas en los rostros conocidos que la respaldarían en esta fecha tan especial. Destacar principalmente a David Valldeperas y Anais Peces, dos de sus amigos más próximos. Fueron los que la arroparon siempre en los momentos más complicados.
También estaban presentes Carmen Borrego, Miguel Poveda y el Maestro Joao. Pero, sin lugar a dudas, la que no podía faltar era la persona más importante de su vida. Fidel Albiac estuvo en todo momento pendiente de ella y protagonizaron un apasionado beso.
Su familia no mediática no quiso dejarla sola. Siempre se deshace en elogios hacia ellos. Y más en un día que quedará para siempre en su recuerdo.
Rocío Carrasco consiguió lo que quería
Rocío Carrasco había asegurado desde el primer momento que no tenía previsto invitar a nadie de su familia. Eso incluía a los Mohedano, pero también a sus hermanos o al viudo de la cantante. Ninguno de ellos se acercó hasta Chipiona conocedores de que no serían bien recibidos.
Además de sus amigos, también sintió el calor de la gente del pueblo. Hacía mucho tiempo que no lo pisaba y eso le hizo echar la mirada atrás y recordar los buenos momentos vividos.
El museo se ubica en uno de los edificios del Palacio de Ferias y Congresos del municipio. Allí se reúnen objetos personales, vestidos y un piano de cola que tenía en Yerbabuena. También hay una réplica del monumento de la cantante, además del mítico Mercedes descapotable que tenía.
Rocío Carrasco se mostró muy emocionada. Por fin respira aliviada después de cumplir el sueño de su madre.