El episodio 8 de la docuserie 'Rocío, contar la verdad para seguir viva', censuró a petición de Rocío Carrasco y con el beneplácito de la productora, 11 minutos y 38 segundos del relato de la gran protagonista de la historia, donde cuenta la paliza que sufrió por parte de su hija Rocío Flores el 27 de julio de 2012.
Pero, la sentencia 44/2013 del Juzgado de Menores número 4 de Madrid, que sentenció a Rocío Flores por «maltrato habitual, amenazas e injurias» contra su madre, sí refleja esos poco más de diez minutos que no se pudieron ver ayer en Telecinco. Todo lo que pasó acerca de la agresión ya se publicó en 'Vanitatis' en febrero de 2020, pero lo que sucedió antes y después de la paliza que sufrió la hija de Rocío Jurado no ha salido a la luz hasta hoy.
La brutal agresión de Rocío Flores a Rocío Carrasco
La estremecedora historia de Carrasco fue cortada durante unos segundos cuando la mujer de Fidel Albiac contaba la excesiva tensión que había entre ella y su hija. A partir de ahí, el relato volvió cuando la madre recobra el conocimiento tras la brutal paliza. Según recoge la sentencia, cuando Rocío Flores fue a por ella, «le propinó varios golpes, llegando incluso a tirarla al suelo, para posteriormente seguir golpeándola, dándole varias patadas».
«Como consecuencia de los hechos, Rocío Carrasco sufrió policontusiones con equimosis en la región frontal derecha, con edema en ambas muñecas, en muslo derecho, en el antepié derecho y un hematoma en el segundo dedo del pie derecho, para cuya curación únicamente precisó de una primera asistencia facultativa y de las que tardó en sanar ocho días, uno de los cuales estuvo impedida para el ejercicio de sus ocupaciones habituales», reza la sentencia.
«En septiembre no me trae ni un juez, ni tu madre ni tu padre que están bajo tierra»
Después de la brutal agresión, que acabó con Rocío Carrasco en el hospital, «la niña entra con un ataque de ansiedad en el coche y el conductor cuenta que de repente, se transforma, saca un móvil y dice: Papá ya está hecho». Así contaba Rocío Carrasco cómo fueron las horas previas al ataque que sufrió: «Fue el día 27, era el último día de cursillo de verano. Ese fin de semana era agosto y ya se iba con el padre hasta setiembre. En septiembre a esta casa no me trae ni un juez, ni tu madre ni tu padre que están bajo tierra», le había dicho su hija los días anteriores a la agresión.
Volviendo al episodio demoledor de la paliza a Rocío Carrasco, cuando vuelve en sí, ella recuerda que Fidel la está atendiendo y que está dolorida en el suelo: «Yo lo siguiente que recuerdo es a Fidel reanimándome y cuando volví en mí, tenía las pulsaciones en 140 y Fidel me metió un lorazepam debajo de la lengua, cosa que yo ya tenía pautada desde hace mucho tiempo».
El episodio de la nectarina y la posterior agresión
Por otra parte, Rocío relata que «el día antes de la paliza me dice que estaba mal del estómago, y ese día quiso desayunar una nectarina. A lo que yo le dije: Ro como estás mal del estómago, tengo ciruelas que te va a hacer bien para el problema que tienes. Ella me desafía y se guarda la nectarina y al ir a coger la nectarina que se guarda me cruza la cara de lado a lado», confesaba Carrasco.
«No me creía lo que estaba pasando, empieza a pegarme y va gritando ‘no me pegues, no me pegues’ y era ella la que estaba pegándome a mí, se me pasó como una película y sabía que eso obedecía a algo que no era normal», explicaba en estado de shock durante la emisión del episodio 8 de su docuserie.