Raquel Mosquera no atraviesa por su mejor momento. Hace unos días fue ingresada en un hospital madrileño, lo que provocó una gran preocupación entre sus allegados. Una vez restablecida, y con el alta en la mano, ya se encuentra descansando en su casa.
La viuda de Pedro Carrasco ha confirmado que ha "vivido momentos difíciles", confirmando que estuvo internada casi tres semanas a causa de una depresión. Así lo recoge esta semana la revista Lecturas.
Se trata de una nueva recaída en su estado de salud. Desvela en la publicación, que "tras el último brote psicótico empecé a caer poco a poco".
Las visitas al médico se están repitiendo con demasiada frecuencia en los últimos tiempos. La conocida peluquera ya estuvo ingresada hace menos de tres meses por motivos similares.
Su representante aseguraba hace unos días que este nuevo brote podría ser una continuación de la recaída que motivó su ingreso en abril. Sospecha que posiblemente no se hubiera recuperado del todo, algo que puede resultar cierto a tenor de las declaraciones de Mosquera.
Raquel sufre bipolaridad, un trastorno que le ha llevado en varias ocasiones a tener que permanecer ingresada en un centro médico. En todo momento, la viuda de Pedro Carrasco estuvo acompañada por su pareja, Isi, que no se separa de ella en ningún instante.
Los motivos que le llevaron a ingresar en el hospital
En cualquier caso, en los últimos meses Raquel Mosquera ha vivido momentos de mucha tensión. Sobre todo con las revelaciones de Rocío Carrasco en su docuserie y los posibles problemas económicos que arrastra desde hace tiempo.
Tampoco se puede decir que los negocios le hayan ido del todo bien. Como le ocurrió a la mayoría de empresarios de este país, la pandemia también le ha generado deudas. Durante los meses de confinamiento, su peluquería también se vio obligada a cerrar.
Hace poco se ha sabido que la conocida peluquera debe medio millón de euros a la Agencia Tributaria. Esto ha provocado que se haya visto obligada a poner a la venta su chalet de Galapagar. Una casa en la que vivió durante 12 años.
Se trata de una vivienda de 370 metros cuadrados, que está construida sobre una parcela de 750 metros cuadrados. La puso en el mercado a un precio de 500 000 euros.
La intención de la estilista es cambiar de domicilio e iniciar una nueva vida junto a su familia. Aún se desconoce cuál será su nuevo destino, pero antes de mudarse tendrá que desprenderse de la casa de Galapagar.
Pese a tratarse de un chalet con grandes prestaciones, parece ser que no lo tendrán nada sencillo para desprenderse de él. Por ahora no han encontrado a ningún comprador, y en vista de esto, lo más seguro es que tengan que rebajar su precio de salida.
La casa se compone de un salón, un comedor, dos cuartos de baño, un aseo, tres dormitorios, un gimnasio y dos plazas de garaje. Pero, sin lugar a dudas, uno de los grandes atractivos se encuentra en el exterior.
Cuenta con amplias zonas verdes e importantes medidas de seguridad para garantizar la privacidad de la familia. En ella guarda los recuerdos de muchos años, donde ha compartido grandes momentos en compañía de los suyos.
Una de las estancias preferidas por Raquel Mosquera es el cuarto donde montó su despacho. Allí se acumulan los libros y las fotos familiares. Lo utilizó de refugió durante la cuarentena, teniendo tiempo también para la cocina, otra de sus grandes pasiones.
La estilista se ha encargado de dar a conocer muchos rincones de su casa a través de las redes sociales. Sus seguidores han podido comprobar el buen estilo que tiene para la decoración del hogar.