Rafa Nadal no ha podido más. El tenista está pasando por situaciones que, como a cualquiera, le pueden.
Estamos en septiembre, tiempo de cambios para la gran mayoría. Comienzos de nuevas vidas y nuevas etapas. Y para Rafa Nadal no iba a ser menos.
Su gran rival y su querido amigo, el suizo y tenista Roger Federer, se ha despedido oficialmente del tenis profesional. O al menos de competir, como ha indicado en alguna entrevista con distintos medios.
El pasado 23 de septiembre, en el torneo Laver Cup, Rafa Nadal acompañó a Federer para jugar su último torneo. Eso sí, arropado por toda los aficionados, seguidores y, obviamente, su equipo.
Adiós a Roger Federer
Fue un partido de dobles en el que ambos amigos compitieron contra Sock y Tiafoe. Por desgracia, cayeron derrotados ante la fuerza de sus rivales.
Aunque de poco importa ya que todos los ojos estaban en la emoción de la despedida que del propio partido. Emociones de las que Rafa Nadal sabe mucho. Pues no pudo aguantarlo y mostró un gran sentimiento por el adiós de su amigo.
Roger Federer deja la raqueta a un lado después de 24 años compitiendo. No es para menos, pues a su espalda pesan 20 Grand Slam.
Al terminar el partido, el de Suiza no pudo aguantarlo más y rompió a llorar. Efecto que contagió a todos los asistentes del partido. También le acompañó con una gran ovación del público.
Rafa Nadal fue uno de los más afectados por esa despedida. Las lágrimas no faltaron en esta cita que quedará en la historia del tenis.
"Ha sido maravilloso. Estoy feliz, no triste. He disfrutado de ponerme mis zapatillas una última vez...", comentaba Federer.
Además añadía: "He tenido a mis amigos, a mi familia, a compañeros... Estoy contento de haber jugado el partido".
"Nunca hubiera esperado todo esto. Yo solo quería jugar al tenis y este viaje lo haría de nuevo. Mi final ha sido como lo deseaba", afirmaba también.
Y obviamente, no faltaron palabras para Rafa. "Gracias a todo el mundo. Tenía miedo de lesionarme, pero he podido estar a gusto. Estar junto a Rafa y los demás miembros del equipo ha sido fantástico".
"Ha sido una noche maravillosa", insistiendo en la importancia de ese último torneo.
Una semana difícil para Rafa Nadal
Este evento ha coincidido con una de las semanas, o podríamos decir meses, más importantes en la vida del tenista español. Su pareja, Xisca Perelló, tuvo que ser ingresada de urgencia hace poco. Ambos esperan su primer hijo en pocas semanas.
"Han sido semanas difíciles, pocas horas de dormir, un poquito de estrés en general. Situaciones un poco más complicadas de lo habitual en casa", explicaba hace unas semanas el manacorí.
"He tenido que lidiar con una presión diferente a la que estás acostumbrado en la vida profesional. Por suerte todo está bien, mucho más tranquilos y en ese sentido he podido venir aquí que para mí era importante."
Aún no se sabe cuándo Xisca saldrá de cuentas, pero después de las complicaciones que sufrió, ahora les toca cuidarse. Ya anunciaba Rafa hace poco que quería estar en casa para estar con los suyos.
"No estoy bien, no voy a jugar. Si me voy o no... Necesito volver a la habitación y pensarlo bien, ahí tengo que decir", decía Rafa Nadal.
"Tengo un conflicto interno bastante importante", se sinceraba. "Cuando terminen todos estos momentos de emoción volveré a mi habitación y veré qué es lo que tengo que hacer".