Fue sin duda una de las noticias más sorprendentes de la semana pasada. Después que lo adelantará el miércoles una conocida revista, Iker Casillas y Sara Carboneroconfirmaban su separación en un comunicado conjunto en sus redes sociales el pasado viernes.
La realidad es que desde que se dio a conocer la noticia, han sido muchos los rumores sobre que habría llevado a la pareja a tomar semejante decisión, muy inesperada por parte de su entorno. Y es que aunque la prensa haya especulado en más de una ocasión que la situación entre los dos no era la mejor, esto no evita que muchos de ellos hayan encajado como un auténtico varapalo la separación del exfutbolista y la periodista.
Una de las personas que sin duda peor recibieron la noticia, fue una de las personas más importantes para el exportero del Real Madrid, su abuela nonagenaria Nicasia. No son pocas las ocasiones en que Casillas ha demostrado la gran relación que mantienen y el gran amor que expresa a la que siempre fue su abuela favorita.
Es por eso que el fin de la relación entre su nieto y Sara Carbonero le pilló totalmente por sorpresa, pues le paso como a la mayoría de la gente, que se enteró de todo antes por la prensa que por los implicados. Y es por eso que el día en que la noticia saltó a todos los medios de comunicación, la abuela de Iker Casillas tuvo un pequeño susto que preocupó al propio portero y al resto de su familia.
Eran las cinco de la tarde, según explica 'La Razón', cuando Iker Casillas se habría enterado que su abuela estaba muy afectada por la noticia y que había tenido un pequeño problema de salud. Por ese motivo, y sabiendo que su separación se convertiría en el tema más comentado del día y de la semana, no dudó en coger el teléfono y hablar con ella para tratar de calmarla.
Y el portero lo hacía justo cuando estaba en el mayor foco de la prensa, pues se encontraba a las puertas del colegio de sus hijos Martín y Lucas, a quiénes había ido a recoger. Rodeado de las cámaras de diversas agencias que buscaban la primera impresión del exportero, fuera para confirmar o desmentir la noticia, hablaba con su abuela Nicasia después de que su familia le confirmará que había sufrido una subida de tensión.
En todo el tiempo que estuvo hablando con ella, el periodista mostró un claro rostro de preocupación por el estado de salud de su abuela. Las pocas palabras que dijo ese ese día a los periodistas fueron que «estoy hablando con mi abuela» y la verdad es que tenía motivos para hacerlo y para eludir las preguntas de los periodistas. Finalmente, tras mantener una larga conversación, pudo tranquilizar aunque realmente no le pudiera decir que la noticia no fuese cierta.
La gran relación de Nicasia con Iker, pero también con Sara
Pero, como decimos, el fin del amor entre Iker y Sara ha puesto muy triste a la abuela del exfutbolista, pues además de a su nieto, también había cogido mucho cariño a la periodista. Eso sí, la relación entre Nicasia y Casillas era muy especial. El mismo le ha dedicado muchos mensajes durante la pandemia y una de las cosas que más ha echado a faltar durante estos meses es poder ir a verla. Un buen ejemplo es el pasado mes de abril donde pidió respetar el confinamiento «Por ellos. Por nosotros. Por todos», junto a una fotografía de Nicasia.
En junio también volvía a escribirle, cuando todavía la pareja y sus hijos estaban en Oporto. «¡Vamos, abuela Nica! ¡Ya queda menos para esos megabocadillos de salchichón con mortadela! ¡Y para darme mis 100 perrillas para chuches!», publicaba Casillas.
Pero sin duda muy emotivas fueron sus palabras en la presentación de su libro 'Colgar las alas'. «Sufro cuando no puedo ver a mi abuela después de tanto tiempo fuera de casa. Ahora no puedo ir a verla... Espero que esto sea algo pasajero y demos con una vacuna. Y poder ir a ver a mi abuela todos los días», decía el exportero.