Leonor sabe que el matrimonio de sus padres ha sufrido por unos cuantos altibajos. Es algo normal en toda relación y los reyes no iban a ser menos.
Pero con el paso de los años, Felipe VI y su mujer han conseguido solventar muchas de sus diferencias hasta el punto de ser una de las parejas más estables de la realeza.
Tuvieron que hacer frente a muchas adversidades, sobre todo, al comienzo de la relación. Eran muchos los que no veían con buenos ojos la entrada de la periodista en la monarquía. Ya había estado casada con anterioridad y levantaba bastante recelo entre los inquilinos de Zarzuela.
Pero, con el tiempo, vista la educación dada a Leonor y a Sofía, se ha comprobado el enorme papel que ha desempeñado la periodista. En cierta medida, ha reconducido una institución que iba a la deriva, sin un rumbo claro. Y muy dañada por la gestión de Juan Carlos I.
Desde un primer momento, se les vio muy enamorados. Los gestos de complicidad y cariño eran evidentes entre ellos. Trataban de ser muy discretos en público, pero no siempre podían contener esa felicidad.
Tenían por delante un reto muy complicado, heredar un trono y darle un aire de renovación. Necesitaban huir de todo lo anterior.
Según recogen algunos medios, la reina tuvo que adaptarse en muy poco tiempo a una vida para la que no había sido formada. Todo lo contrario que Felipe.
Aquello provocó alguna fractura en la relación, pero nada importante que no se pudiera solventar. El rey jugaba con ventaja, ya que desde muy joven sabía lo que el futuro le iba a deparar. Eso sí, debía escoger una compañera de vida que le ayudará en su misión de reinar.
La madre de Leonor ya sabía desde el principio que su desembarco en Zarzuela no iba a ser un camino de rosas. Se iba a encontrar con muchos obstáculos y desafíos a los que tendría que sortear.
Cuentan que en algún momento el matrimonio se llegó a tambalear. Hablan sobre todo del año 2013, cuando la pareja decidió marcharse de vacaciones por separado. Hubo algo que estuvo a punto de acabar con la relación, recoge el portal Show.com.
En público resulta prácticamente imposible que muestren sus diferencias. Tratan de mantener siempre las formas, aunque hubo alguna situación que dejó un tanto al descubierto a la reina.
Fue en 2018, durante la misa de Pascua en la catedral de Palma. La asturiana protagonizó un momento muy tenso con su suegra, que trataba de fotografiarse con sus nietas. Felipe asistió atónito a la escena, consciente de que lo mejor era mantenerse callado.
En aquel momento, la periodista ya había adquirido tanto protagonismo en Zarzuela, que nadie se atrevía a llevarle la contraria. En cualquier caso, con el tiempo fue adaptándose a las nuevas normas que se implantaron en la institución.
Leonor, la mayor preocupación de los reyes
Leonor es la única preocupación que tienen los reyes en estos momentos. Quieren que llegue a reinar lo mejor preparada posible, pero también sin arrastrar posibles cargas de sus padres. De esto pueden dar buena fe tanto Felipe como su esposa, que han tenido que asumir las polémicas de Juan Carlos I.
Hoy en día, los monarcas están considerados un ejemplo de solidez y estabilidad. Esto fue posible gracias a los cambios experimentados por los dos inquilinos de Zarzuela. Los reyes han tenido que ceder en muchas cosas.
Leonor enmudece con las fotos de Juan Carlos I que confirman el engaño
La asturiana hizo todo lo posible por aprender normas de protocolo, mientras que el rey tuvo que flexibilizar ciertas cuestiones de su carácter. El objetivo era muy claro desde el principio.
Había que dejarle a Leonor el camino lo más allanado posible. Para que cuando le toque asumir el trono pueda hacerlo con las mayores garantías.