Ha pasado más de un año desde que el matrimonio entre Enrique Ponce y Paloma Cuevas se rompió. La socialité y el torero decidieron tomar caminos separados, aunque tienen un nexo de unión para toda la vida: sus hijas.
Una ruptura matrimonial inesperada para la mayoría
Fue en verano de 2020 cuando la separación de Paloma Cuevas y Enrique Ponce acaparó todos los titulares. Tras más de dos décadas juntos, la socialité y el diestro optaron por poner punto y final a su matrimonio. La convivencia se había vuelto insostenible y la única solución era alejarse.
Tras la ruptura matrimonial, Paloma Cuevas se refugió en sus más allegados. Sus padres fueron un gran apoyo en esos momentos tan complicados y sus hijas le ayudaron a sobrellevar mejor la situación que les estaba tocando vivir a todos.
El fruto de su amor
Bianca y Paloma se quedaron con su madre, aunque su padre puede visitarlas cuando quiera. El diestro y la socialité tratan de llevarse lo mejor posible por el bien de sus retoños. No quieren que sufran porque su matrimonio no haya conseguido salir a flote.
A pesar de haber tomado caminos distintos, la ya expareja se quiso mucho y fruto de ese amor nacieron dos niñas maravillosas. En octubre de 2007 Paloma Cuevas y Enrique Ponce anunciaron que estaban esperando a su primer bebé. En la primavera de 2008 llegó una niña a la que bautizaron con el nombre de su madre.
Tan solo tres años después llegó una hermanita para Paloma. Su compañera de juegos se llamó Bianca y sus padres se centraron de lleno en ellas. Tanto fue así que redujeron considerablemente sus compromisos tanto profesionales como sociales.
Ahora, tras la complicada separación de sus progenitores se han quedado al cuidado de su madre en la gran finca de Jaén que poseen. Allí disfrutan de la naturaleza, que les apasiona tanto como a sus progenitores.
Enrique Ponce tiene poco tiempo para disfrutar de sus hijas
Desafortunadamente, las niñas ya no comparten techo con Enrique Ponce, aunque puede visitarlas siempre que quiera. La distancia es un hecho, ya que el torero vive en Almería. Además, el diestro ha rehecho su vida con Ana Soria, algo que también le quita tiempo para Bianca y Paloma.
La joven estudiante de derecho y el ex de Paloma Cuevas han formado su propia familia con mascotas incluidas. Aunque por el momento no tienen hijos, ni han pasado por el altar, no se descarta que en un futuro próximo tomen medidas.
A pesar de que fueron muchas las voces que pensaban que lo de esta pareja era un amor fugaz, parece que se equivocaban. Hace tiempo que comparten casa y se muestran más enamorados que nunca en público.
Enrique Ponce decidió alejarse temporalmente de los ruedos para adaptarse a su nueva vida. No obstante, todo apunta a que está pensando en volver al mundo del toreo para el próximo año.
Han sido meses de retiro voluntario en su nueva vida en Almería, alejados del foco mediático, donde el diestro se ha dedicado a cuidarse y hacer deporte, pero el 2022 promete. Las ferias taurinas más importantes volverán si la crisis sanitaria lo permite y esto significaría que Ponce se pondrá de nuevo el traje de luces.
Aunque el novio de Ana Soria ha vivido más de un momento tenso en las plazas de toros, no puede olvidarse de que es un mundo que le apasiona. El toreo es su forma de vida y eso no desaparece de la noche a la mañana.
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