Bertín Osborne no está pasando por su mejor momento. Tras anunciar hace unas semanas su separación de Fabiola Martínez tras 20 años juntos, el artista sigue sumando problemas.
Han sido muchas las informaciones que han salido a la luz desde que el presentador y la modelo venezolana anunciasen su ruptura definitiva tras 14 años de matrimonio, lo que ha supuesto más de un quebradero de cabeza para el cantante, que decidió abrirse en canal en Instagram para aclarar cualquier tipo de duda sobre su decisión y la de su ya expareja.
Una propiedad sin compradores
A estos problemas sentimentales de Bertín Osborne, ahora se une la complicada situación que el cantante está encontrando a la hora de vender la parcela y la enorme vivienda que tiene en la capital andaluza. A pesar de ser un bonito escenario lleno de historia y de lo más apetecible, debido a los numerosos invitados que ha recibido, su venta está resultando más difícil de lo esperado.
Ni rebajando el valor que tiene muy por debajo de lo que realmente cuesta Bertín Osborne ha logrado deshacerse de ella, según la versión digital de la revista ‘Semana’:
«A pesar de que ha bajado su precio de salida en varias ocasiones, lo cierto es que el artista no ha tenido suerte y a día de hoy, sigue disponible. Tal y como ha podido saber SEMANA, este terreno de más de 50 hectáreas que cuenta con un cortijo de 2.100 metros cuadrados continúa a la venta y esta revista sabe por cuánto».
Tras 7 años en venta, el cantante no logra vender la finca en la que tantos buenos momentos ha vivido junto a sus hijos y su ya expareja, Fabiola Martínez. Ahora este lugar es demasiado grande para él solo y prefiere deshacerse de él cuanto antes.
«En su momento fijó el precio de venta en 8 millones de euros», según confirman fuentes cercanas al presentador. Ahora Bertín Osborne pide un millón de euros menos. Siete millones es el dineral por el que está dispuesto a despedirse para siempre de esta bonita propiedad andaluza que cuenta con una capilla, una bodega, una pista de pádel, una piscina, una cuadra de caballo, una perrera o varias naves destinadas al ganado, entre otros privilegios, según explica 'Semana'.
Lo cierto es que hay una razón de peso por la que no se vende rápidamente. Al alto precio que debe desembolsar quien quiera hacerse con esta finca andaluza, hay que añadirle los gastos de hacerse cargo también de los dos guardas encargados de cuidar este lugar, un extra con el que muchos no contaban.
Una nueva etapa en solitario
Ahora a Bertín Osborne se le queda grande, pero parece que hay otro motivo de mayor peso por el que el cantante prefiere no quedarse con esta gran finca. La vivienda no está adaptada a las necesidades de su hijo Kike y las barreras arquitectónicas ayudaron a que el artista tomase esta difícil decisión hace tiempo.
Sea como fuere, el cantante va a seguir viviendo aquí hasta que logre venderla y con ello comenzar su nueva vida, aunque esta vez tenga que ser en solitario. Y es que Kike y Carlos se quedan, por lo menos por ahora, con su madre en Madrid, a pesar de que el cantante puede ir a visitarlos siempre que quiera.
De hecho, tanto él como Fabiola Martínez tienen claro que van a llevarse lo mejor posible el resto de sus vidas por el bien de sus hijos en común y también por todo el cariño que se han tenido durante estas dos décadas que ha durado su amor.