La muerte de Mario Biondo, marido de Raquel Sánchez Silva continúa dando que hablar ocho años después. Ahora, la Fiscalía de Palermo ha vuelto a reabrir el caso por un motivo sorprendente: los restos que se analizaron no fueron los del cámara.
El último varapalo para el caso
Una nueva demanda por parte de los padres del italiano, de mayo, ha sacado a relucir el trabajo del forense que se encargó de hacer la segunda autopsia. Al parecer, Paolo Proccacianti trabajó con restos mortales que no eran los de Mario Biondo.
El doctor será investigado por presunto fraude procesal porque todo apunta a que él y su ayudante pudieron cometer fallos garrafales en la autopsia del marido de Raquel Sánchez Silva.
"Muchas de las muestras no son atribuibles a Mario Biondo", reza la conclusión.
Por su parte, el equipo estadounidense e italiano que se encarga del repaso del proceso, Emme Team, ha hecho una fuerte acusación. Ha asegurado que el asesor de la Fiscalía de Palermo alteró los archivos que contenían datos informáticos sobre el contenido de los dispositivos de Biondo.
Lo que la víctima tenía guardado en el disco duro de su ordenador y la memoria de su teléfono móvil no coincide. Por eso, las pruebas presentadas por Emme Team demostrarían, además, que los documentos PDF presentados por el perito en la Fiscalía también son falsos.
Una investigación que no termina
Han pasado ya ocho años desde que el cámara italiano falleció en unas circunstancias que continúan sin aclararse. Su familia se niega a abandonar el caso a su suerte y no acepta la teoría policial sobre su fallecimiento: el suicidio.
En investigaciones posteriores, se ha tratado de demostrar que Mario Biondo no estaba solo en el momento de su muerte. De hecho, el pasado mes de mayo, se identificó a dos personas que se conectaron con smartphones a las cuentas del italiano en redes sociales durante la madrugada de su muerte.
La conclusión de esta investigación era clara. Dos personas, al menos, habrían estado en el interior del piso y en sus alrededores la noche de la muerte del italiano.
Pero no solo eso, un día después de ser hallado el cadáver, los dos teléfonos aparecen de nuevo geolocalizados en la zona. Además, el ordenador de la víctima fue espiado después de su muerte.
Raquel Sánchez Silva, en el punto de mira por la familia del italiano
Desde que Mario Biondo apareciera colgado de una estantería del piso en el que la presentadora y él vivían en Madrid, Sánchez Silva ha estado en el ojo del huracán.
Cuando ya se daba todo por zanjado en la primera investigación, la Fiscalía de Palermo reabrió el caso y dio una versión diferente. Se concluyó que había pruebas suficientes para valorar que el caso de Biondo podría ser homicidio premeditado.
En 2020, la familia del cámara italiano presentó un recurso ante el Tribunal Superior de las Apelaciones de Palermo. Entonces, se adjuntaron dos informes periciales, uno realizado por el criminólogo Óscar Tarruella y otro por un equipo de profesionales italianos. Ambos coincidían en la hipótesis del asesinato.
Según la última documentación presentada en los juzgados, Mario Biondo pudo ser víctima de un cruel estrangulamiento a manos de dos personas. De acuerdo con los expertos, tras conversar con los supuestos asesinos, alguien pudo desconectar los cables del televisor, acercarse por su espalda y estrangularlo con él.
La familia del italiano siempre ha tenido claro que Biondo no acabó con su vida de forma voluntaria. De hecho, esta consideración llevó a enfrentarles con Raquel Sánchez Silva, que a día de hoy sigue en el punto de mira.
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