La reina Letizia tiene motivos para estar preocupada. En los últimos días hicieron llegar a Zarzuela un informe de seguridad en el que desvelan los peligros a los que se enfrenta el rey. En concreto, Juan Carlos durante sus viajes a Galicia.
Después de la visita que hizo el pasado mes de mayo el suegro de Letizia, está previsto que regrese de nuevo a Sanxenxo en los próximos días. Su intención sería participar en el mundial de vela que comenzará este viernes y se prolongará hasta el 18 de junio.
Letizia desea que el emérito pase el menor tiempo posible en España. Sobre todo para no ensuciar aún más la imagen tan deteriorada de la institución. Pero sus viajes a nuestro país es un hecho que no ha podido controlar.
Recientemente hacían llegar al palacio un informe de la Guardia Civil alertando del riesgo al que se enfrenta el suegro de Letizia en tierras gallegas. A diferencia de la otra visita, su objetivo es alargar aún más su estancia en Sanxenxo.
Se tratará del segundo viaje que haga a territorio español desde que decidiera marcharse a Abu Dabi en agosto de 2020. Desde Casa Real todavía no han confirmado nada, aunque ya lo adelantó el alcalde del municipio pontevedrés hace unas semanas.
En un primer momento participará en la prueba con el Bribón, el velero con el que suele navegar. Serán numerosos los barcos que se den cita en este Mundial de vela.
Fuentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado insisten en que el suegro de Letizia corre un "serio peligro" en Galicia. Así lo desvela Confidencial Digital. En su primer desplazamiento, a mediados de mayo, se llegaron a movilizar casi 80 agentes de la Guardia Civil y Policía.
Ahora, reclaman una modificación en el dispositivo de seguridad. Básicamente encuentran dos puntos críticos, como son la casa de Pedro Campos y el Club Náutico.
El primero es el lugar escogido por el suegro de Letizia para hospedarse. En esta ocasión es probable que amplía su alojamiento hasta los ocho días. Por su parte, las instalaciones náuticas son el escenario en donde pasa la mayor parte del tiempo.
Los miembros de seguridad insisten en la necesidad de que haya un servicio de vigilancia estática en el domicilio de su amigo. Sería la única manera de garantizar su integridad durante el tiempo que permanezca en Pontevedra.
Para ello proponen aumentar la dotación de la visita anterior, que fue de 30 personas repartidas en turnos de 12 horas. En esta ocasión, al alargar su permanencia en el municipio será preciso un mayor esfuerzo humano.
Lo que se busca es tener bajo control con vigilancias estáticas los puntos considerados más conflictivos. Se tratan del lugar escogido para pernoctar y del centro náutico de Sanxenxo.
Letizia se mantiene al margen de todo
Letizia ha querido mantenerse en un segundo plano en todo lo que se refiere a Juan Carlos. Eso sí, es consciente de los importantes riesgos a los que se enfrenta con este tipo de viajes.
Uno de los momentos más peligrosos son durante los traslados que hace en coche en compañía de Pedro Campos. Van desde el domicilio en el que se hospeda hasta el club. Solo hay dos kilómetros de distancia, pero son los suficientes para que pudieran causarle daño.
En la anterior visita se comprobó como viajaba siempre en el asiento de copiloto, sin escolta y en el mismo coche. Lo aconsejable sería que tanto por delante como por atrás llevaran un par de vehículos escoltándolos. A ello se le debería unir un par de motocicletas policiales.
Letizia también sabe que siempre hacen el mismo recorrido y eso supone otro riesgo a evitar. Otro espacio que puede llegar a resultar peligroso son las instalaciones deportivas. Allí reclaman que habiliten más zonas restringidas para controlar mejor al rey.