Leonor tardará en olvidar el triste episodio que protagonizaron su madre y su abuela a las puertas de la catedral de Palma en 2018.
Aquellas imágenes dejaron al descubierto las importantes diferencias que había entre las reinas. Aseguran que a partir de ahí la relación entre ellas se volvería mucho más tensa, hasta el punto de no tener ningún tipo de trato.
El documental de Atresmedia Los Borbones, una familia real aborda aquel rifirrafe que tuvo mucho recorrido en las revistas y programas de televisión. Dos expertos en la Casa Real ofrecen sus versiones sobre lo ocurrido aquel día. Eso sí, no coinciden en sus valoraciones.
Sin quererlo, Leonor se convirtió en una de las protagonistas de aquella escena. La emérita trató de hacerse una foto con sus nietas al salir de la misa de Pascua en Palma. Sin embargo, la reina trató de evitar que posaran con ella.
La periodista Carmen Enríquez se pone del lado de Sofía. Cree que Letizia "lo que hizo fue ponerse en evidencia ella", además de dejar en mal lugar a su suegra. Señala que "el mundo dice que la niña es encantadora y que tiene buen carácter", pero la situación le obligó a sacar su peor cara.
"Le dio un manotazo a su abuela para que le quitara el brazo del hombro", señala esta experta en la Zarzuela. "Las niñas reaccionaron como reaccionaron", apunta.
Por su parte, José Antonio Zarzalejos subrayó que "la reina es la reina Letizia". En su opinión, "tiene todo el derecho a tomar las medidas que crea conveniente en la educación" de sus hijas.
La tercera versión de lo ocurrido con Leonor y sus familiares la ofreció Paloma Barrientos en Más vale tarde. Considera que la princesa "no pega un manotazo. La niña está hasta el moño de su madre y, algo menos, de la abuela".
Incide en un pequeño detalle que pasó desapercibido para la mayoría de personas. Cuando ocurre esa escena, se ve como la reina "al tocarle el pelo le da un pequeño pellizco". Aquello acabó por enfadar a la heredera, que es cuando suelta el "manotazo", como diciendo "dejarme en paz todos".
Barrientos entiende que realmente no había motivos para provocar esa escena. Se trataba de una foto privada para Sofía, que "se podía haber hecho" sin ningún tipo de problema. Cuenta que el único fotógrafo allí presente era el oficial de la Casa Real.
Los medios de comunicación se encontraban en otra zona y no tenían la posibilidad de retratarlas. La emérita pretendía simplemente tener un recuerdo con sus nietas. Sin embargo, las imágenes dieron la vuelta al mundo, mostrando la tensa relación entre las reinas.
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Leonor fue consciente de las críticas
Leonor, aunque solo tenía 12 años, fue consciente en todo momento del enorme revuelo que se generó con aquel enfrentamiento. Trató de mantener la calma y no alterarse pese a lo incómodo de la situación.
Algo similar ocurrió con los reyes. Decidieron no intervenir en el rifirrafe, aunque no entendían lo que estaba sucediendo. Tanto Felipe como Juan Carlos permanecieron sorprendidos con la reacción de Letizia.
Fueron muchos los que reprocharon a la asturiana su comportamiento. Una de ellas fue Marie Chantal de Grecia, que utilizó su cuenta de Twitter para cargar contra ella. Aseguraba que no se podía tener esa actitud con una abuela.
Leonor vivió aquel instante con cierta tensión. No sabía del todo bien cómo debía actuar, y más estando tanta gente pendiente de ella. Ella fue, sin lugar a dudas, la principal víctima del encontronazo entre su madre y su abuela.