Kiko Matamoros regresó al plató del Deluxe para explicar cómo había sido su experiencia en Supervivientes, pero también cómo esto le afectó a sus adicciones. El propio colaborador confesó hace meses ser consumidor de ciertas sustancias desde los 15 años y dejó a todos sus compañeros conmocionados.
Antes de iniciar su aventura en Honduras, Kiko tomó la determinación de dejar sus adicciones atrás. El diagnóstico de los médicos fue rotundo y, si quería evitar males mayores, debía de una vez por todas romper con ellas.
Kiko Matamoros deja atrás sus adicciones
Kiko Matamoros no defrauda cada vez que se sienta en el plató del Deluxe. El colaborador más controvertido de Sálvame ha regresado de Supervivientes con las pilas cargadas. En su reaparición puso a cada uno de sus compañeros más críticos en su sitio, pero también hubo tiempo para las confesiones más íntimas y delicadas.
73 días son los que Matamoros ha aguantado en Honduras haciendo frente a todo tipo de situaciones. El hambre, las inclemencias del tiempo, los conflictos con sus compañeros han sido algunos de los ejemplos. Pero lo que algunos desconocían era la lucha interna que se estaba librando dentro de Kiko.
Una lucha que tiene que ver con su vida más íntima y con su adicción a ciertas sustancias. Concretamente a la cocaína de la que confesó ser consumidor desde que tenía 15 años. Estar más de cinco décadas enganchado a esta droga terminó por pasarle factura.
Si bien físicamente no parecía sufrir las consecuencias, su organismo comenzaba a estar en una situación muy delicada. Los médicos fueron claros y Kiko decidió que iba siendo hora de dejar ese malsano vicio.
"Lo que me invita y provoca dejar esa adicción es por unos problemas más serios", comenzó explicando en el Deluxe. "Dejó de pasarme el aire por la nariz debido a una inflamación de las mucosas nasales, pensaba que sería por haberme desviado el tabique tras un golpe", señaló.
Así fue como, antes de poner rumbo a Honduras, se puso en manos de los médicos para comenzar un tratamiento. Esto y su experiencia en la isla, ayudaron a que Matamoros dejara atrás su adicción. "La droga mata, hace mucho daño", confesó en la prueba del puente de las emociones.
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Kiko Matamoros confiesa la verdad sobre su estado de salud
Lo que pocos sabían eran las consecuencias que la droga estaba provocando en Kiko Matamoros. Los daños comenzaban a ser más que evidentes y le afectaban de lleno a su vida. "Me dijeron que no tenía riego en la mucosa, y que el siguiente paso era la necrosis", explicó el pasado viernes.
Un diagnóstico que le llevó a "dejar de esnifar cocaína". No obstante, los efectos de la droga en su cuerpo le provocaron "una lesión sería que no tiene recuperación, y con muchos riesgos".
Consciente del peligro que corría, Matamoros se puso en manos de un especialista e inició un tratamiento con cortisona. "Estuve así durante un mes y medio antes de ir al concurso", reveló afirmando que estando en Honduras continuó con él. "Se me cambió por otro menos agresivo al entrar en Supervivientes, que he seguido manteniendo ahí", añadió.
En relativamente poco tiempo, el colaborador ya ha notado los cambios positivos que la ausencia de la cocaína está provocando en su organismo. Todavía le queda un largo camino para asegurar que ha dejado atrás su adicción, pero Kiko está muy orgulloso de sus avances.
"La evolución ha sido muy positiva", comentaba a sus compañeros. "He dejado de roncar como un gorrino, me entra el aire por la nariz, y he recuperado, parcialmente, el riego en la mucosa", celebraba.
"Ahora tengo el convencimiento y la voluntad de no volver a meterme una raya en mi vida", sentenciaba. Una decisión que alegra sobremanera a su novia Marta quien ha sufrido de primera mano la adicción de su chico. "Quiero tener un poco de calidad de vida, quiero descansar por la noche y dormir sin despertarme dos o tres veces porque me estoy ahogando", finalizaba.