El chef Karlos Arguiñano se encuentra en estos momentos de aniversario. Sí, porque ha cumplido 32 años en televisión. 32 años en los que ha presentado diferentes programas, pero en los que siempre ha contado con el cariño y el respaldo del público.
Su simpatía, sus habilidades culinarias y su sinceridad son algunos de los aspectos que los espectadores más valoran de él. Y precisamente esta sinceridad es la que les ha permitido ir conociendo aspectos desconocidos de su vida privada. Así, por ejemplo, en una entrevista para El Diario de Sevilla descubrió por primera vez que tenía una nuera mulata.
Karlos Arguiñano habla de la mujer de uno de sus hijos
Karlos lleva 47 años casado con Luisi Azmetoy, con la que ha conseguido formar una sólida y amplia familia. Tuvieron la desgracia de perder a sus dos primeros hijos, pero hoy cuentan con siete, siendo la última adoptada.
Su trabajo en televisión, en las cocinas y estar al lado de sus seres queridos, como ha expuesto, no le dejan ver la pequeña pantalla. Ha dicho: “No he visto una serie desde la de Kunta Kinte, cuando cogí manía a los blancos. Yo tengo una nuera mulata, de Tanzania”.
Por primera vez, en la citada entrevista hizo mención a esa mujer desconocida de su familia a la que quiere muchísimo. Al respecto añadió: “A mí me hacía ilusión tener un nieto negro, un Arguiñano Jackson. Hecho en Zarauz”.
“Es lo máximo que le puede pasar a un vasco: tener un hijo negro tuyo en Zarauz”.
De igual modo explicó que aquella y su esposo le han dado dos nietos: “Han salido muy guapos, chico y chica. Son blancos, pero con rasgos negros. Serán vascos que amen mucho su tierra”.
En este punto, quiso romper una lanza a favor de la igualdad y en contra de la xenofobia o el racismo. Lo hizo diciendo: “Lo que te hace avanzar es ser natural y no el racismo y esas cosas. Mi nuera quiere llevar a sus hijos a Tanzania y yo iré con ellos porque le tengo mucho cariño a África”.
La desconocida familia de Karlos Arguiñano
La mayoría de la familia de Karlos es absolutamente desconocida para el público, a excepción de una de sus hermanas y de su hijo Joseba. Lo es como hasta ahora lo había sido su nuera africana. Y es que casi todos prefieren mantenerse alejados de los focos mediáticos.
Eso sí, poco a poco, se ha ido descubriendo algún detalle al respecto. Así, por ejemplo, hemos sabido que de sus siete hijos solo hay uno que no se dedica a la hostelería. Este es Charly, que tiene 38 años, y es director de fotografía.
El resto trabajan con él en su restaurante, en su hotel y en la bodega que posee, K5. Sus nombres son Eneko, Zigor, Martín, Joseba, María y Amaia. Una joven esta última de la que hace unos días conocíamos que era la única que había estudiado una carrera universitaria.
Esta gran familia, la segunda generación de los Arguiñano, se ha ido ampliando con el paso del tiempo. Y es que estos jóvenes le han dado a Karlos y a Luisi un total de 12 nietos, aunque muy pronto serán 13.
Esos pequeños se han convertido en una gran felicidad para el chef y a ellos siempre que cumplen años les hace un regalo muy especial. Les da un árbol para que lo planten en la finca familiar.
Recientemente en una entrevista en La Sexta contó que hay algo que le preocupa de sus nietos y es que tienen “nombres raros”. Con su habitual sentido del humor expuso: “Antes éramos todos José Mari, Iñaki, Pablo y Andrés. Ahora les ponen nombres de ríos africanos”.