Irene Rosales está enfadada. La mujer de Kiko Rivera está molesta con la actitud de su suegra, Isabel Pantoja. La tonadillera lleva tiempo sin hablar con sus nietas y a la colaboradora de ‘Viva la vida’ le da mucha pena.
La pareja del DJ sigue siendo muy cauta a la hora de hablar del enfrentamiento mediático entre Isabel Pantoja y Kiko Rivera. Sin embargo, la colaboradora de ‘Viva la vida’ no puede evitar que le duela la actitud de la tonadillera.
A pesar de que Irene Rosales se alegra de ver a su suegra tan recuperada en su vuelta al trabajo como miembro del jurado de ‘Top Star: ¿cuánto vale tu voz?’ y que así haya puesto fin a su encierro en Cantora después de muchos meses, hay algo que a la mujer de Kiko Rivera le molesta.
Más delgada pero «con muchas ganas». Así reapareció Isabel Pantoja ante el primer día de trabajo en Madrid y por primera vez después del huracán vivido en su familia, debido al documental sobre la herencia de Paquirri.
A Irene Rosales su reaparición le «ha cogido de sorpresa, pero ojalá esté fuerte y con ánimos». Y que la situación no es sencilla en la familia Pantoja y la mujer de Kiko Rivera cree que, a pesar de la sonrisa de su cara,«se la ve con una tristeza en los ojos».
Ningún tipo de relación con sus nietos
A la cuñada de Isa Pantoja le duele que por culpa del conflicto familiar que mantiene su marido con Isabel Pantoja sus hijas, Ana y Carlota, se hayan visto perjudicadas. Y es que, aunque a ella le gustaría, abuela y nietas hace tiempo que no tienen ningún tipo de contacto.
«Hace tres meses que no habla con las niñas mi teléfono está disponible para que hable con sus nietas, aunque pase el tiempo», ha dicho este fin de semana la mujer de Kiko Rivera desde su silla de colaboradora en ‘Viva la vida’.
Para la andaluza, sus hijas son lo más importante en esta vida y le duele mucho cómo les puede afectar haber roto de una forma tan tajante la relación con su abuela paterna, algo que también sufre el pequeño Francisco, fruto de la relación entre Kiko Rivera y Jessica Bueno.
«Yo me pongo en la piel de mis hijas que ni saben ni ven ni nada y no tienen una llamada de su abuela. Francisco lleva en mi casa una semana y no ha hablado con él desde septiembre… ¿Por qué no ha llamado? Y Albertito tiene devoción por su abuela. Creo que los niños se lo merecen», ha señalado visiblemente afectada.
Lo cierto es que la mujer del DJ siempre se ha mantenido en una posición de respeto hacia su suegra. Y es que los problemas de los mayores no tienen por qué afectar a los niños. Las rencillas que tengan Kiko Rivera y su madre son problema de ellos, no del resto de la familia, que sufre al ver que la reconciliación entre ambos está cada vez más lejos.
La falta de contacto de la cantante con sus nietos está claro que le duele muchísimo a su nuera que ha dejado claro que nunca les ha dicho nada malo de su abuela a las niñas, quienes adoran a su abuela, a pesar de todo lo sucedido.
«La canción de 'Enamórate' le encanta a mi hija Ana, se la saben. Le enseñó a bailarla y todo. Les cuento historias…», ha contado la colaboradora con emoción y pena a partes iguales. Y es que Irene Rosales trata de que a los niños de la familia les afecte lo menos posible la polémica familiar entre madre e hijo, que, lamentablemente, está cada vez más lejos de solucionarse.