Iñaki Urdangarin está disfrutando de unos días de descanso en la localidad vasco-francesa de Bidart. Allí tiene una casa de verano su familia, y es habitual que todos los años se reúna allí con los suyos. Sin embargo, nadie contaba con que apareciera en escena la infanta Cristina.
La hermana del rey siempre ha estado muy unida a su suegra, Claire Liaebert. Aprovechó que tenía unos días libres para verse con su ex, además de con sus hijos. Como en los viejos tiempos, aunque en esta ocasión el escenario es totalmente distinto.
Hacía unos pocos días que Iñaki había estado en esas playas con su nueva novia, la abogada Ainhoa Armentia. El viaje de su ex estaba programado desde hace tiempo, pero eso no fue impedimento para que causara cierta sorpresa su presencia allí. Más de uno se quedó con la boca abierta cuando se la cruzó en el chiringuito de la playa.
Según recoge Esdiario, Cristina fue vista paseando por la orilla al atardecer. Estaba bastante más delgada de lo habitual y parecía estar con la mirada perdida. Vestía una blusa blanca, pantalón rojo y unas gafas de sol.
Posiblemente se le vinieran a la mente muchas imágenes del pasado. Cuando eran una familia unida que disfrutaban de esos arenales. En todo momento estuvo acompañada por sus guardaespaldas, que la acompañaron hasta un pequeño bar del paseo marítimo.
En él tuvo la oportunidad de reunirse con su ex. El padre de sus hijos se levantó para saludarla, pero solo se dedicaron un escueto "hola". No hubo ni una sonrisa, ni un beso ni un abrazo.
El dolor sigue estando muy presente en la vida de la infanta, que no le perdona todo lo sufrido en los últimos tiempos. Si existe todavía contacto entre ellos es porque les preocupa el bienestar de sus cuatro hijos.
Iñaki Urdangarin compartió mesa con ella, aunque durante los 30 minutos que se prolongó la reunión apenas se miraron. Sí que se les vio intercambiar unas cuantas frases, aunque sin que hubiera una conversación fluida. Lo hacían en todo momento con la mirada puesta en el mar, que parecía ser lo único que podía calmar esa situación tan tirante.
La presencia de los guardaespaldas evitó que se pudiera inmortalizar el momento. Pero, sin lugar a dudas, sería una de las imágenes del verano.
No fue la única jornada en la que coincidirían en la localidad vasco-francesa de Bidart. Al día siguiente los exduques de Palma se volvieron a ver las caras de nuevo, pero en esta ocasión también estaban presentes tres de los hijos del matrimonio. Pablo, Miguel e Irene no se quisieron perder el momento.
Iñaki Urdangarin sigue con su vida con total normalidad
Iñaki Urdangarin pudo disfrutar de la jornada playera acompañado por sus chicos. El ambiente era distendido y muy relajado, compartiendo juegos acuáticos y muchas risas. Parecía que la normalidad regresaba de nuevo a la familia.
El exjugador de balonmano trata de repartir su tiempo libre entre sus hijos y su novia. Hace una semana fue retratado en una playa nudista con ella. Aparecían muy apasionados, desmintiendo de esta forma los rumores sobre una posible crisis.
El reencuentro con Cristina no alteraba para nada sus planes. Lo vivió con total normalidad, pensando sobre todo en los jóvenes. Para ellos resulta muy importante ver de nuevo a sus padres juntos, aunque ya no sean pareja.
Iñaki considera a la infanta parte ya del pasado. Pero eso no le impide cumplir el deseo de sus hijos.
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