Doña Ana Martín, madre de Isabel Pantoja, ha fallecido y su muerte ha generado un auténtico descontrol entre sus hijos: Agustín, Bernardo y Juan. Siempre se ha comentado que los varones del clan no tienen buena relación, algo que se ha confirmado tras la muerte de la matriarca.
Isabel Pantojaha abierto las puertas de Cantora para recibir a Juan, quien se ha desplazado hasta la finca para despedirse de su madre. En un primer momento dijeron que la tonadillera no iba a permitir que nadie se acercara a la fallecida, pero no es verdad.
Agustín Pantoja, fiel compañero de la cantante, se ha reencontrado con su hermano Juan, pero no ha tenido la suerte de ver a Bernardo, el padre de Anabel. Ha sido el gran ausente en el velatorio de doña Ana y los detractores de la cantante ya están empezando a especular.
Según la revista ¡Hola!, Isabel no le ha cerrado a nadie las puertas de su vivienda y ha permitido que todos se despidan de Ana Martín. Sin embargo, por algún motivo que se desconoce Bernardo no ha considerado oportuno reunirse con su familia.
Bernardo Pantoja no quiere saber nada del clan
Isabel ya ha tenido que intervenir en más de una ocasión para frenarle los pies a su hermano Bernardo, pues su comportamiento no es adecuado. Vive en una casa que es propiedad de la cantante, motivo por el que no se atreve a hablar mal de ella de forma pública.
Sin embargo, detrás de las cámaras es bastante desconsiderado con la tonadillera, incluso estuvo a punto de venderle una exclusiva a Kiko Hernández. El padre de Anabel casi traiciona a su familia a cambio de un buen puñado de euros y desde entonces no se hablan.
Juan Pantoja siempre ha sido mucho más discreto, de hecho ha salido en los medios de comunicación bastante poco. Su relación con Agustín y con Isabel no es del todo buena, pero mantiene un conato esporádico con ellos y sí les ha apoyado tras la muerte de doña Ana.
La viuda de Paquirri está destrozada, pues se ha dedicado en cuerpo y alma a cuidar de su madre y siente mucho lo sucedido. Era muy mayor, tenía 90 años, aunque hasta los últimos meses no ha sido consciente de que estaba muy enferma.
Bernardo se niega a consolar a Isabel y es posible que tampoco haya llamado a su hija para ver cómo se encuentra. No estaba invitado a la boda de Anabel, escándalo que ocupó muchas horas en Sálvame y terminó con serias amenazas de muerte.
Avisó a un reportero de que si seguía grabando iba a acabar con su vida porque “me da igual ir a la cárcel”. Después entró por teléfono para explicar que todo había sido un malentendido, es lo último que se sabía de él antes del fallecimiento de Ana.
Isabel Pantoja únicamente confía en Agustín
Agustín Pantoja ha vivido la enfermedad de doña Ana Martín muy de cerca, pues él sí ha estado a su lado durante la larga enfermedad. El estado de la matriarca fue empeorando por momentos, especialmente después de su ingreso hospitalario.
Isabel se encuentra peor que nunca, a pesar de que era consciente de que el final iba a llegar tarde o temprano. Su hermano Juan se ha desplazado a Cantora para darle el último adiós a su madre, pero también para acompañar a la cantante.
Bernardo ha preferido quedarse en Sevilla, quizá sea porque tiene problemas de movilidad y no puede desplazarse fácilmente. Aunque la tensa relación con su familia tampoco ha ayudado al reencuentro familiar.
Anabel ha sido otra de las grandes damnificadas de este revuelo, de hecho ha estado a punto de cancelar su boda con Omar Sánchez. Isabel, que adora a su sobrina, se puso en contacto con ella para convencerla de que siguiera adelante.