Supervivientes, al igual que la mayoría de realities, siempre ha tenido que convivir bajo los rumores de tongo y manipulaciones. En la mayoría de las ocasiones, son los espectadores los que ponen el grito en el cielo cada vez que expulsan a un favorito. Pero, también, hay voces críticas entre los propios concursantes.
El último en pronunciarse respecto a esto ha sido Rubén Sánchez Montesinos, participante de la última edición. Aprovechó su reaparición en el debate final del programa para cargar con dureza contra el formato.
Fue el segundo expulsado de Supervivientes y su estancia en Honduras no resultó todo lo placentera que hubiera deseado. En su intervención en la gala de este domingo, quiso dejar claro que le despreciaron. No le trataron como al resto de concursantes.
Todo esto surgió después de que Carlos Sobera se interesara por el peor momento vivido en la isla por cada uno de ellos. El novio de Enrique del Pozo explicó que "yo, más que problemas, en la convivencia hubo gente que no me quiso aceptar. Faltó a mis valores, a mi familia y a mi pareja".
En su opinión, no le trataron como al resto. Empezó arremetiendo contra los que habían sido sus compañeros en esta aventura, pero continuó criticando a los responsables del reality.
"Aquí no se me dio la oportunidad, y ahora lo puedo decir, que me libero de la mordaza. No se me ha traído ningún domingo ni ningún martes. Parece ser que se me tenía miedo, no se me quería escuchar", señaló.
Considera que se le apartó de las diferentes galas sin que le dieran una explicación. Es posible que no contaran con él ante el poco juego dado en Honduras.
Echó en falta en Supervivientesla intervención de su familia. Es algo que lamenta mucho, ya que estima que no contó con las mismas oportunidades que el resto. "La gente en la calle me ha mostrado su calor y cariño, y aquí no se me ha mostrado", destacó.
Quiso pronunciarse sobre un hecho ocurrido en la isla. "El pirata Morgan no ha entregado la carta de mi madre por el día de la madre. No se mostró a mi madre, que estuvo 13 meses en el hospital antes de entrar al reality y a punto de fallecer", contó.
Aprovechó la ocasión para soltar todo lo que se había guardado durante los últimos meses. No le habían dejado ofrecer su versión, pero en la última gala habló sin censuras, con total naturalidad. Sabía que era una oportunidad única, ya que posiblemente otros espacios de la cadena le cerrarán las puertas.
Supervivientes trata de restarle trascendencia a las quejas
Supervivientesproclamaba el pasado jueves como vencedor de esta edición a Alejandro Nieto. El andaluz obtenía los 200 000 del premio tras imponerse en la final a Marta Peñate.
Como era de esperar, fueron muchos los que criticaron al reality por reconocer el concurso del modelo. El que no tuvo la oportunidad de mostrarse tal y como es fue el novio de Enrique del Pozo. "No se me dio la oportunidad de conocerme como participante", dijo.
De manera inmediata, el presentador trató de quitarle esa idea de la cabeza. "Estás aquí porque queremos que estés aquí. Pienses lo que pienses, en este programa se te ha querido muchísimo", señaló Sobera.
Desde Supervivientes querían transmitir que "no es nada personal, son cosas que pasan en el concurso, créeme", añadió. Le aconsejó que aprendiera a diferenciar el programa de la realidad.