En First Dates hemos visto todo tipo de situaciones entre los participantes. Así, hemos sido testigos de veladas realmente aburridas y de otras muy apasionadas. Sin embargo, nunca había ocurrido en el programa una tan tirante como la que se produjo ayer.
Susana y Rafael fueron los protagonistas de este mencionado encuentro, que ha dado mucho de lo que hablar.
Susana y Rafael se conocen en First Dates
En la versión 'Café' del espacio de Cuatro fue donde sucedió la cita más incómoda de su historia. Todo comenzó cuando llegó al restaurante ella, una hostelera toledana de 48 años. Su tarjeta de presentación fue: “Siempre he dado mucho a mucha gente sin recibir nada a cambio”.
“Siempre pienso en los demás antes que en mí. Soy muy humana, con mucho genio, me gustan las tradiciones, como los toros. En el amor soy algo lanzada, también tradicional, pero un poco moderna”.
Asimismo, añadió que lo que le atrae de un hombre es que “sea una persona que respete. Busco alguien que se fije en mí, que esté pendiente de mí y que solo tenga ojos para mí. También quiero que le guste viajar y la ópera”.
El formato decidió que tenía que conocerse con Rafael, un madrileño de 50 años que trabaja en el sector de la seguridad privada. Un varón que dejó de manifiesto su estupenda autoestima al decir cosas como “tengo unos ojos castaños preciosos. Soy alto, moreno, simpático, atractivo, alegre y muchísimas cosas más”.
A la toledana le gustó mucho él, pero no fue mutuo. Y es que este manifestó: “Me la esperaba más joven y tampoco la he visto muy animada”.
First Dates vive la velada más incómoda de su historia
El primer contacto no fue el idóneo para la pareja, pero hay veces en las que todo va fluyendo y acaba surgiendo el 'flechazo'. No obstante, esto no fue lo que sucedió. Todo fue a peor.
Nada entre ellos iba bien, ni siquiera la conversación. Él no tenía ningún tipo de interés en ella y esto hacía que solo respondiera a sus preguntas. Y cuando daba una contestación el silencio se hacía presente provocando la absoluta incomodidad de los dos.
La participante analizó la situación que estaba viviendo y expuso que podía ser fruto “de los nervios y de estar presionados”. Pero parece que no era así, el motivo era que su partenaire no mostraba interés en conocerla.
Los momentos de absoluto silencio entre los dos fueron la nota reinante, lo que provocaba tanto su tensión como la de los espectadores. Se notaba incomodidad y parece que tenían ganas de salir corriendo. Ni siquiera surgían temas de conversación, de ahí que tuvieron que recurrir a hablar del tiempo o del calor que hacía en el local.
Si el amor estaba claro que aquí no iba a florecer, menos aún cuando la mujer reconoció que era muy española y católica. A él esto no le gustaba nada y tampoco se escondió en intentar ocultarlo. De ahí que ella llegara a manifestar: “Está más pendiente del programa que de conocerme, es incómodo y lo paso mal”.
â¶ï¸ VÍDEO: Tamara Gorro no puede más y pide ayuda a gritos: Estoy enferma
Susana ponía de su parte para sacar conversación y hacer animada la velada, pero fue realmente una misión imposible. Por esto, todos tuvimos claro que no se iban a marchar juntos y así fue.
La hostelera manifestó que no quería repetir velada porque “no ha habido feeling”. Y él porque “por lo que hemos hablado no tenemos mucha 'competencia' para hacer planes juntos y por la distancia”. Comentarios que no gustaron nada a la toledana que espetó: “No me gustan esas guasas y que me toquen de primeras sin conocerme”.