En First Dates hemos visto situaciones de todo tipo, como el ligoteo de una participante con Carlos Sobera o la tenacidad de un chico por encontrar el amor. Pero prácticamente nunca hemos sido testigos de algo como lo que sucedió anoche.
Lidia y Salvador tuvieron un encuentro que fue un verdadero desastre. De ahí que pensábamos que iban a marcharse cada uno por su lado. Sin embargo, sorprendentemente, se quedaron solos en el reservado y desataron toda su pasión.
La horrible cena de Lidia y Salvador en First Dates
Lidia, auxiliar de enfermería madrileña de 29 años, llegó al programa dispuesta a encontrar al amor de su vida. Se presentó como una mujer “bastante apasionada. Me gusta echarle leña a la hoguera y que eso siempre esté vivo porque es una de las mejores maneras para que funcione”.
De igual modo, reconoció que en el amor “no me ha ido del todo bien. He tenido dos relaciones, una de ellas de 9 años”.
Añadió que le encantaban los chicos “a los que les guste la aventura, viajar y las motos”. Y a esto añadió: “Tengo muy claro que no quiero tener hijos. Para mí es importante dedicarme tiempo y también darle tiempo de calidad a mi pareja”.
Tras esta tarjeta de presentación y de preferencias llegó su cita: Salvador, un pescadero madrileño de 34 años. Un hombre que se definió como “ingenuo, porque pienso y creo que la gente va a ser igual que yo. Me fío de todo el mundo y, al final, te pegas el batacazo, que es lo que me ha pasado siempre”.
El primer encuentro no fue nada positivo. Tanto es así que ella dejó claro que no le gustaba nada: “Su expresión corporal parece como muy bruto”. Palabras que parecían vaticinar lo que iba a pasar entre ellos.
La cena no fue nada bien, pues apenas congeniaban. Además, a él, que tiene dos hijas, no le agradó nada que ella dijera que no le gustaban los niños.
Incluso cuando parecía que tenían algo en común, acababan descubriendo que había algo que les distanciaba.
La pasión se desata en el reservado de First Dates
El programa decidió que la pareja quizás pudiera estar más tranquila y conocerse mejor en el reservado. Aquella aceptó la propuesta y lo cierto es que quedó encantada con la misma.
Tan a gusto estuvieron los dos en ese espacio que no dudaron en bailar. Fue en este momento cuando él conquistó un poco más a su chica, que llegó a decir: “Baila genial. Se mueve de tal manera que me ha sorprendido muchísimo y eso en un hombre es muy de valorar”.
Este fue el primer paso para que se encendiera la pasión. Y la misma se desató con el ya habitual juego de bolas y retos del programa de Cuatro.
A ella le salió que tenía que morder el labio de su cita y no solo lo hizo, se explayó. No dudó en darle un beso apasionado al joven y este optó por responder. Vamos, que el sofá se convirtió en el escenario de un momento de 'alto voltaje' entre los dos.
Después de este momentazo, que sorprendió a todo el mundo, llegó el instante de saber si iban a seguir conociéndose. Y lo cierto es que, a pesar de todas las diferencias que mostraron, decidieron tener una segunda cita.
Él optó por darle una nueva oportunidad porque “me encantaría sorprenderla”. Ella, por su parte, manifestó que quería volver a verlo “aunque creo que le doy unas cuantas vueltas”. Un comentario que llevó al joven a decir: “Tú tranquila que en la nueva cita no te arrepentirás de tener esas vueltas”.
El vídeo del día: