Leonor ya disfruta de sus vacaciones en familia en algún lugar desconocido. Los cuatro miembros de la Casa Real se esconden de los fotógrafos y de los curiosos en un sitio en el que pasan desapercibidos. Hace unos días dejaban Palma con el propósito de conseguir la desconexión total.
Nada que ver con lo que tuvieron que soportar durante un par de semanas en tierras baleares. Entre compromisos profesionales y el agobio de los turistas, apenas pudieron disfrutar de esos días de descanso. Se mostraron accesibles, fotografiándose con todas aquellas personas que se lo pidieron.
En una de esas imágenes de Leonor se pudo comprobar algo muy curioso. Una mujer se acercó a la princesa para pedirle una fotografía, algo a lo que la joven no se negó. Con total normalidad se hicieron un selfie.
Se obtuvo una imagen muy cercana del rostro de la hija de los reyes. De esta instantánea se puede extraer que a punto de cumplir los 17 años padece un problema en la boca. Le faltan piezas dentales, como recoge el digital El Nacional.
Resulta un tanto preocupante que a un miembro de la familia real le ocurra un contratiempo de estas características. Ya se sabe que en los tiempos que corren la imagen desempeña un papel esencial. Y más cuando se trata de una princesa tan expuesta a las cámaras de los fotógrafos.
Es chocante que no traten de ponerle solución a esto. Entienden que la ausencia de dientes a cierta edad lo único que consigue es deslucir la imagen impecable de la princesa. Algunos expertos odontólogos confirman la patología que podría sufrir.
"Leonor sufre una agenesia hereditaria", apuntan. Se trataría de "una enfermedad que consiste en la inexistencia o falta de crecimiento de uno o más dientes". El motivo sería la "ausencia de tejido primordial", añaden.
Por lo tanto, será un problema que viene de familia, que ya habrían padecido sus padres posiblemente en el pasado. Pero eso no es impedimento para que la heredera presuma de sonrisa de vez en cuando. Eso sí, en la mayoría de las ocasiones acaba posando con la boca cerrada, posiblemente para no dejar al descubierto estas carencias.
Al margen de todo esto, lo que queda claro es que las dos hijas de los reyes son las más fotogénicas de la familia. Saben posar y se muestran con naturalidad con la gente, algo que nunca supieron hacer sus tías Elena y Cristina.
La princesa y su hermana van adquiriendo cada vez más relevancia en las actividades de la institución. La intención es que con el tiempo cuenten con más protagonismo en la agenda de Zarzuela. Sobre todo cuando los compromisos académicos se lo permitan.
Leonor, preocupada por el futuro
Leonor es consciente de que con los años los dientes se van deteriorando. Ya lo ha podido comprobar con su padre. Aunque no es muy habitual que sonría, cuando abre la boca de manera exagerada enseña unos dientes un tanto amarillos.
Algunos definen esa dentadura de mal alineada y poco cuidada, y es que el paso del tiempo no perdona. El café y los malos hábitos resultan perjudiciales para su color. En el caso del monarca, al menos se sabe que no fuma.
La princesa confía en que a ella no le ocurra lo mismo. Sigue las recomendaciones de su madre y cuida lo mejor que puede su boca. Como era de esperar, las visitas al dentista también son habituales.
Leonor sabe que esa falta de piezas dentales tiene solución. Pero no parece preocuparle eso en exceso en estos momentos. Tiene otras cosas más importantes en la cabeza.
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