Diego Arrabal ha recibido un mazazo de notables dimensiones a nivel judicial en las últimas horas.
Y es que el colaborador de Viva la vida tendrá que pagar una elevada cantidad de dinero a una periodista muy conocida de este país y a una amiga de esta. Estamos hablando de Mariló Montero.
Y es que el Juzgado de Primera Instancia número 35 de Madrid ha condenado en la vía civil a Diego Arrabal y Gustavo González, ambos propietarios de la agencia Código Press.
Diego Arrabal, junto a González, tendrá que indemnizar con 340 000 euros a la conocida periodista y a su amiga. Lo harán por intromisión ilegítima en su derecho a la intimidad y el honor. La sentencia expone y acredita que los reporteros las fotografiaron sin su consentimiento cuando se encontraban de vacaciones en las islas Maldivas.
Con todo, la sentencia aún no es firme y puede ser recurrida. Diego Arrabal y Gustavo González publicaron imágenes de ambas en bañador y sin la parte superior del bikini, provocando que las insinuaciones sobre su orientación sexual se expusieran a nivel público.
Histórica condena a Diego Arrabal
Diego Arrabal tendrá que pagar mucho dinero. La citada resolución, a la que ha accedido El Confidencial, fue emitida el 28 de diciembre y marca la mayor sanción por intromisión en el derecho a la intimidad en España. Hasta ahora, la cantidad más alta eran los 310 000 euros que el Supremo impuso en 2012 al Grupo Zeta por publicar imágenes de Elsa Pataky desnuda en una playa.
Mariló Montero viajó a las Islas Maldivas entre el 26 de diciembre de 2014 y el 4 de enero de 2015. Montero alquiló un barco para hacer submarinismo.
“El barco fue detectado por paparazzis, que comenzaron a seguirla continuamente a escondidas y llegaron a captar, sin el conocimiento y consentimiento suyo, imágenes suyas en bikini y la de sus hijos en la cubierta del barco”, expone el magistrado, César Tejedor Freijo. Esas imágenes se publicaron días más tarde en una revista del corazón.
En un segundo episodio, en Bora-Bora, Mariló Montero logró que un juez dictara medidas cautelares y las imágenes de Diego Arrabal no llegaran a publicarse.
La resolución sostiene que “la agencia demandada hizo declaraciones a distintas revistas en las que no solo describían dichas fotografías, algo que casi las igualaba a su publicación; sino que se hacían insinuaciones sobre la condición sexual” de la periodista y su acompañante por haber viajado juntas.
"Se han vulnerado su honor, su intimidad y su propia imagen"
Diego Arrabal y Gustavo González alegaron que tanto las imágenes de Maldivas como las de Bora-Bora se habían tomado en sitios públicos. Y que no quedaban dudas sobre la relevancia de un personaje famoso como Mariló Montero. Por tanto, creyeron que sus fotos estaban amparadas por el derecho a la información.
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Pero el fallo da la razón a Montero, y "partiendo de la base de que la señora Montero es una reputada periodista, con relevancia pública. Y que por ello sus derechos pudieron verse en cierto modo limitados", sostiene el juez. “De ahí que entendemos que se han vulnerado su honor, su intimidad y su propia imagen, y así lo ha entendido igualmente el Ministerio Fiscal”.
"La gran mayoría son escenas íntimas de la vida privada, como estar en pijama, o estar en una tumbona habiéndose desprendido de la parte superior del bikini. No en una playa, sino en lo que en aquel entonces constituía su domicilio, inviolable, protegido constitucionalmente", reza el auto contra Diego Arrabal.
"La agencia deberá indemnizar a las perjudicadas con 340.000 euros"
"Está comprendida no solo la imagen e intimidad de Montero, sino también su honor. No se adivina qué tercero pudiera tener interés en esa divulgación que sin duda introducía un plus para la venta del reportaje. E incluso decir que la orientación sexual de una persona solo a ella incumbe y solo por ella puede ser revelada".
El juez condena a Código Press por “intromisión ilegítima en el derecho a la intimidad y familiar y a la propia imagen e intromisión ilegítima en el derecho al honor” de ambas. Además, prohíbe la publicación de las fotografías de Bora-Bora y la agencia deberá indemnizarlas con 340 000 euros (265 000 euros para la periodista y 75 000 a su amiga).