Julián Muñoz ha decidido contar 'su verdad' sobre uno de los episodios político-artísticos más mediáticos de la historia de España.
Con todo el país pendiente del documental sobre Julián Muñoz que estrena Telecinco este viernes 14 de enero por la noche, hoy desvelamos un hecho poco conocido: la vida de Julián antes de Isabel Pantoja.
En el primer episodio de esta serie documental titulada 'No es la hora de la venganza, es la hora de la verdad' el exalcalde de Marbella dará su versión sobre la tonadillera. Explicará como fue el inicio de su relación y desvelará algunos secretos sobre el patrimonio de Isabel en Marbella. También pondrá nombre a las personas que gestionaban el dinero de Isabel. Dos mujeres, concretamente.
Los años previos a que el huracán Pantoja arrasara el matrimonio entre Julián Muñoz y Maite Zaldívar transcurrían por derroteros bien distintos al lujo y el poder de Cachuli en Marbella.
Julián y Maite: el negocio que tenían en común
Julián Muñoz y Maite Zaldívar acabaron en la cárcel en el marco del Caso Malaya, uno de los escándalos de corrupción más polémicos de España. Sin embargo, como detalla Paloma Barrientos en Vanitatis, sus primeros años juntos se caracterizaron por un negocio que les dio estabilidad económica y familiar.
La pareja se conoció en Madrid. Allí Julian era conocido como Cachuli y Maite ya era madre de una niña. Empezaron su relación y también un local que no les funcionó, por lo que se trasladaron a Marbella.
Maite era (y es) una excelente cocinera y a Julián, su don de gentes y desparpajo no se le puede negar. La combinación perfecta para abrir un restaurante llamado Mayte I y posteriormente Mayte Puerto, en Puerto Banús.
El restaurante no estaba en la zona más exclusiva pero se comía muy bien, a buen precio y con recetas caseras de las de chuparse los dedos. Mayte capitaneaba los fogones y Cachuli era el relaciones públicas del local. El tándem perfecto.
El restaurante funcionaba bien, los clientes quedaban contentos y sabían que la relación calidad-precio era óptima. Además del trato familiar y agradable de la pareja, otro motivo para volver.
La desconocida relación con la prensa de Julián Muñoz
Poco a poco, el restaurante fue lugar habitual de los periodistas que cubrían la información social de Marbella. Buen precio, relativamente cerca de las zonas en las que tenían que trabajar y con Julián dando pistas e informaciones sobre los famosos.
Incluso periodistas de investigación que trabajaban para publicaciones de la época como Interviú o Tiempo se reunían con sus fuentes y contactos en el restaurante de Muñoz. Un sitio discreto, poco sospechoso y alejado de los lugares que frecuentaban los famosos.
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Además Julián sabía camelarse a los periodistas filtrando informaciones sobre famosos, contando anécdotas o poniendo a los profesionales sobre la pista de los más buscados del momento. Cierto es, según explica Barrientos, que de lo que contaba, tenías que quedarte con la mitad o menos, pues era bastante exagerado, pero caía bien y era un tipo cercano y campechano.
La política y el poder dinamitan el matrimonio
En aquella época de mucho trabajo y sencilla felicidad, poco pensaban Julián y Maite que todo saltaría por los aires años después. El salto de Julián a la política, el poder que atesoró (y del que da muchos ejemplos en el documental) y la llegada de Isabel Pantoja a la vida de Marbella, dinamitaron la pareja sin anestesia.
Maite, que ya ha cumplido los 65 años, lo explicó muy gráficamente: "Julián se comía los filetes fuera hasta qeu se trajo la vaca a casa".
La vaca tenía nombre y apellidos, Isabel Pantoja, que ahora verá como su expareja revive de nuevo momentos muy íntimos frente a la cámara. Julián tambien desvelará algunas de las notas manuscritas de los días que pasó en la cárcel y explicará como fue el momento en el que Isabel fue a visitarlo mientras él estaba privado de libertad.