Kiko Rivera aprovechó su presencia en el programa de Jesús Calleja para sincerarse. Relató algunos episodios de su pasado que eran desconocidos. Entre otras cosas confesó que se había 'fundido' ocho millones de euros en sus adicciones.
Por primera vez hablaba claro de su viaje por los infiernos de la droga. Ello le llevó a gastar en torno a los cuatro millones, "sin comprar casas, sin invertir".
Kiko reconoce que "era un cabeza loca, íbamos a Londres, pagaba aviones, fiestas, pagaba todo". Admite que cuando "el dinero te llega fácil, te lo gastas fácil. Puede haber gente que se lo haya pasado bien en este país, pero ninguno como yo".
Su paso por este espacio de Mediaset le sirvió de terapia. Para desahogarse y quitarse un gran peso de encima. "He sido drogadicto como la gente sabe, he podido llegar a consumir entre cuatro y cinco gramos al día", relataba.
Las adicciones le provocaron "dos ruinas, en total unos ocho millones de euros", señala. Una gran parte del dinero también fue destinado a otra de sus grandes pasiones: "Llegué a tener once coches en casa".
Desde muy joven supo lo que era tener dinero y derrocharlo. "Me he arruinado dos veces en mi vida. Empecé a los 18 y a los 22 o 23 estaba arruinado", recuerda el hijo de la Pantoja.
Su cuenta corriente le permitía vivir en "casoplones, tener 11 coches en casa, motos de agua, barcos; qué loco estaba".
Kiko Rivera sorprendía este domingo a todo el mundo apareciendo en Planeta Calleja, un espacio que se grabó hace meses en Nepal. Por aquel entonces todavía no se había reconciliado con su madre. Abordó temas espinosos como el origen del enfrentamiento, el dinero malgastado y sus adicciones.
Relata que Irene Rosales fue clave en su recuperación, ya que nunca le abandonó en los malos momentos. "Salí de las drogas, sobre todo por mi mujer. Es de lo más importante que tengo en mi vida junto a mis hijos", dijo.
La situación en su día fue tan grave que incluso su esposa llegó a ponerse en contacto con Isabel Pantoja para buscar una solución. Admite que "lo correcto hubiese sido entrar en un centro de desintoxicación, pero tenía miedo a que la gente se enterase". Así que optó por irse "a una casa que tiene mi madre en El Rocío".
Kiko Rivera culpa a su madre
En aquel momento entendió que Isabel Pantoja sí que estuvo a la altura. "Fue la única vez que sentí a mi madre a mi lado. Luego no volvió a preguntarme nunca más cómo estaba, cómo me sentía", cuenta Kiko Rivera.
Incluso señala a la artista como una de las principales responsables de sus problemas con las drogas. "Si hubiera estado más atenta, yo no hubiera tenido cientos de recaídas", añade.
El DJ desveló lo que sucedió cuando estalló la guerra en Cantora el año pasado. Descubrió en una habitación una serie de enseres de su padre que creía robados. Y eso le llevó a una nueva recaída.
"Me refugié en la cocaína nuevamente", apuntaba. Reconoce que "somos débiles y la droga destroza al débil. Yo he sido drogadicto", incidía.
Empezó muy joven a consumir, con "17 o 18 años", llegando a tener épocas en las que tomaba "4 y 5 gramos de cocaína diarios". En la actualidad, asegura sentirse bien, "aunque tengo el demonio en el hombro". Es decir, que no descarta que vuelva a caer en las garras de las adicciones.
Kiko Rivera se sinceró, llegando a emocionarse en algunos momentos. Otro episodio de su vida que no consigue olvidar afecta a su hija pequeña.
"Yo estaba muy mal y no aceptaba ese embarazo. Los nueve meses no toqué la barriga ni una sola vez. No la quería, el día de su nacimiento tampoco", relató arrepentido.