Anne Igartiburu no puede ocultar durante más tiempo el misterio que esconde su hija mayor. Noa, que cuenta con 21 años, llegó a España cuando apenas disponía de tres. En aquel momento, la presentadora compartía su vida con Igor Yebra y optaron por la adopción para ampliar la familia.
Durante un par de años llegaron a convivir los tres juntos. Pero la separación no provocó que, en ningún momento, se descuidara el vínculo con la menor. De aquello ya ha pasado mucho tiempo.
La hija de Anne ya es una veinteañera que tiene las ideas muy claras y sabe por dónde quiere orientar su futuro profesional. Tiene un gran talento para la pintura y las Bellas Artes. Hasta la fecha lo había mantenido en secreto para el público, pero ahora ya puede disfrutar de sus cualidades con el pincel todo el mundo.
La joven tenía un perfil anónimo en las redes sociales que se encargó de descubrir El Español. En él publicaba sus trabajos sin que nadie la identificara ni vinculara con la presentadora. Sin embargo, aseguran que "ha perdido el miedo" a ser reconocida como la hija de Anne Igartiburu.
Ha dado un paso al frente y optó por dejar en la biografía de su cuenta personal de Instagram el enlace a su perfil artístico. Algo que es totalmente novedoso y que seguramente cuente con el respaldo de Anne Igartiburu.
Empezó a subir sus creaciones a esta red social al comienzo de la pandemia, en abril de 2020. En ningún momento se desvelaba su identidad y trataba de acercar su obra a los interesados en este arte. Como si de una galería se tratara, utilizaba esta plataforma para darse a conocer.
Anne Igartiburu está muy orgullosa de las dotes artísticas de su hija. Los que se acerquen a su perfil podrán comprobar sus trabajos con carboncillos, pinturas acrílicas, acuarelas en lienzos o rotuladores. Tiene mucho talento y eso nadie puede ponerlo en duda.
Es posible que animada por la gente de su entorno, la joven haya decidido reforzar su presencia en estas plataformas. De ahí que haya compartido en sus stories varias imágenes del proceso de creación de algunas de sus obras.
Llegó a la vida de Anne Igartiburu y de Igor Yebra en un momento álgido de la relación. Los dos estaban interesados en tener niños y se decantaron por la vía de la adopción. Era un deseo que ella tenía desde hacía mucho tiempo.
Todo esto ocurrió en 2001, pero no fue hasta tres años más tarde cuando llegaría al domicilio familiar la pequeña. Lo hizo procedente de India. Ese 2004 fue muy especial para la pareja, ya que además de convertirse en padres también pasaron por el altar.
Anne Igartiburu desveló detalles de la adopción
Pasados unos años, Anne Igartiburu decidió adoptar a otra niña que era natural de Vietnam. En una entrevista que hizo hace un tiempo admitió que el proceso de adopción lo había hecho en solitario.
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"Adoptar como madre soltera es una aventura, y más en países como India o Vietnam, donde la ley cambia todo el rato. Una mujer sola en esos países así es duro", explicaba la presentadora.
En 2016, llegaría al mundo su primer hijo biológico, Nicolás. Fue fruto de la relación que mantuvo con Pablo Heras-Casado. Este matrimonio se acabaría rompiendo en febrero del año pasado.
Anne está considerada toda una madraza. Vive por y para sus hijos. En el caso de su primera hija, seguro que la ha animado para que orientase su carrera por el mundo de la pintura.