Hace unos días, Ana Rosa Quintana sorprendió a todo el mundo confesando en directo que tiene un cáncer de mama.
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Lo hizo con una enorme entereza y anunciando, además, que iba a estar un tiempo alejada de la televisión. Reconoció que necesitaba tiempo para seguir su tratamiento, para vivir más tranquila y para estar al lado de su familia.
Pues bien, ahora ha vuelto a reaparecer. Ha regresado a un plató algo cambiada y con un claro objetivo. Lo que ha pretendido es desearle lo mejor a su compañera Sonsoles Ónega en su nuevo programa, Ya son las ocho.
Sonsoles Ónega se acuerda de Ana Rosa en su estreno
Ayer Sonsoles estrenó un nuevo formato a las 20:00. Viene a ser una continuación de Ya es mediodía, que se emite tras El programa de AR. Y con él se persigue recuperar la audiencia que Sálvame ha perdido en dicha franja horaria.
En el primer programa tuvo un recuerdo para Quintana. Así, manifestó: “Ana Rosa, hoy echo de menos tu abrazo, como el que me diste cuando empezamos Ya es mediodía. El programa hoy va por ti”.
Unas palabras que fueron respaldadas por el invitado, Omar Montes. Este añadió: “Te lo dedicamos, guapa”. Y después confesó que hace unos días estuvo comiendo con la periodista por el lanzamiento mundial de una serie sobre él.
De esta manera, la presentadora quiso tener un detalle con la 'reina de las mañanas', cuya productora es la encargada del nuevo espacio. Lo que aquella no sabía es que su homenajeada iba a darle una grata e inesperada sorpresa.
Ana Rosa Quintana sorprende a Sonsoles Ónega
En medio de la emisión, el colaborador Miguel Ángel Nicolás se acercó a Ónega para pedirle que se levantara y fuera con él. Esto la dejó descolocada, pero se dejó llevar. Y así fue escuchando las palabras de aquel: “Has empezado mandando un saludo, un abrazo y un beso a una persona que nosotros queremos mucho”.
“Y esa persona ha venido hoy a vernos”.
En este punto, Sonsoles rompió a llorar al ver que Ana estaba en el plató. Rápidamente se fue hacia ella y se fundieron en un emotivo abrazo, que hizo saltar las lágrimas a todos los presentes.
Quintana estaba algo cambiada, lógicamente por la situación de salud que sufre, pero se mostró firme y con su entereza habitual. Tanto es así que no dudó en coger un micrófono y dedicarle unas palabras a su compañera y amiga: “Suerte y enhorabuena a todos. Es maravilloso”.
La periodista al frente de Ya es mediodía no podía parar de llorar y esto llevó a la invitada a decir: “No llores”. Después, aquella le espetó a su 'sorpresa': “Muchas gracias, estás guapísima”. Y la respuesta que tuvo fue: “Siempre vengo y, por tanto, no podía faltar hoy”.
Nuevamente se fundieron en un abrazo y la 'reina de las mañanas' luego se dirigió a todos los integrantes del equipo. Lo hizo para manifestarles sus mejores deseos: “Que tengáis mucha suerte. Seguro que va a ser un exitazo”.
Además, antes de abandonar el plató y agarrando la mano de Ónega, dijo: “Eres maravillosa y te va a ir muy bien. A trabajar”. Y aquella le respondió diciendo: “Te echamos de menos todo el rato”.
Ana se marchó y el programa continuó, pero la periodista al frente del mismo no dudó en hablar de la grata visita que había recibido. Expuso: “No me lo imaginaba y me ha emocionado mucho verla aquí. Es una bendición necesaria para que las cosas funcionen”. “Está impresionante y ella es la número uno”.
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