La separación de Amelia Bono y Manuel Martos pilló a todos por sorpresa. Se trataba de una de las parejas más consolidadas en el mundo del corazón, con 13 años de matrimonio y cuatro hijos en común.
Fue el pasado miércoles, 30 de junio, cuando la noticia saltó a los medios de comunicación. La hija de José Bono y el hijo de Raphael decidían poner fin a su relación, tras un tiempo distanciados.
Al parecer, hace unos meses que tomaron la decisión, pero fue la revista ¡Hola!, la que sacó a la luz la separación del matrimonio. Nada más conocerse la noticia, la prensa se interesó por las reacciones de los protagonistas, que decidieron guardar silencio.
Hasta ahora. Siguiendo el ejemplo de Sara Carbonero e Iker Casillas, tanto Amelia como Manuel han decidido pronunciarse a través de las redes sociales. Un comunicado donde queda patente el cariño que todavía hay entre ambos.
La hija del exministro rompe su silencio
Con una foto en blanco y negro de Amelia y Manuel, la pareja hace pública su ruptura sentimental en las redes sociales. Mismo mensaje en sus cuentas privadas de Instagram, donde confirman la separación y aseguran que seguirán siendo una familia.
Las diferencias entre el matrimonio no han podido superarse, obligándoles a poner fin a más de 13 años de relación. Sin embargo, por el bien de sus cuatro hijos, han optado por una separación amistosa.
"Tras casi 15 años, Manuel y yo hemos tomado la difícil decisión de separarnos como pareja", comienza anunciando la hija del exministro. "Pero seguiremos juntos y unidos toda la vida por nuestros 4 tesoros, que son lo más maravilloso que tenemos", continúa añadiendo.
Está claro que, aunque ya no mantendrán una vida en común, Bono y Martos seguirán teniendo una excelente relación. Han sido muchos años juntos y una infinidad de momentos compartidos que permanecerán en sus memorias.
"Damos gracias a la vida por todo lo que hemos vivido y también por todo lo que nos queda por vivir", argumenta Amelia.
El cariño prevalecerá
La pareja siempre se ha mostrado feliz y cariñosa ante la prensa y su círculo más cercano. Una buena sintonía que nada hacía pensar sobre una crisis matrimonial. De ahí la sorpresa ante el anuncio de su separación.
Queda totalmente descartada la posibilidad de terceras personas y la ruptura se ha realizado de mutuo acuerdo. El deseo de los protagonistas es seguir manteniendo esa excelente relación, nacida del cariño de tantos años juntos.
"Nuestro amor y nuestro cariño seguirá siendo igual de importante, igual de bonito, igual de grande, pero diferente", explica Bono. Aunque ahora seguirán caminos diferentes, el amor y entrega hacia sus hijos y familia seguirá intacto.
"Seguiremos viviendo nuestra felicidad con nuestros hijos y familias de la misma manera que hasta ahora", escribe. "Hemos sido, somos y seguiremos siendo una familia feliz", confiesa Amelia, dejando claro que seguirán estando unidos.
Para poner punto y final al comunicado, Amelia y Manuel agradecen a todos el cariño recibido y el respeto ante el delicado momento. Además de compartir las mismas palabras, los dos han decidido desactivar los comentarios de los seguidores para que su mensaje quede intacto.
Comienza la repartición de los bienes
Por el momento se desconoce si la ruptura será definitiva o no. En el caso de que ya no haya vuelta atrás, el matrimonio deberá ponerse de acuerdo en la separación de bienes. Los largos años de relación han conseguido un gran patrimonio que ahora deberán dividir.
El chalé adosado de 179 metros cuadrados ubicado en la prestigiosa urbanización en Aravaca, Madrid, oscilaría el millón de euros en el caso de venderla. Lo más lógico es que se la quedara la hija del exministro de Defensa, ya que sus hijos están matriculados en un colegio cercano.
El domicilio familiar sería el tema más complicado, ya que entre ellos no hay negocios en común. Cada uno se ha dedicado a su carrera profesional por separado, sin sociedades mercantiles compartidas.
Sea como fuere, seguro que tanto la influencer como el empresario encontrarán la forma de hacer las cosas con el máximo cariño y respeto.