Continúa la búsqueda para dar con el paradero de la pequeña Anna y su padre, Tomás Gimeno. Una desaparición que ha causado un gran revuelo tanto a nivel nacional como internacional. Las dos hermanas de Tenerife que fueron secuestradas por su progenitor en la isla el pasado mes de abril.
Hace unos días, agentes de la Guardia Civil practicaron un sexto registro en el domicilio de Tomás Gimeno, en Igueste de Candelaria (Tenerife). El objetivo no era otro que el de encontrar sedantes o calmantes que pudiera haber administrado a sus hijas.
En aquel momento, fuentes cercanas al caso informaron a Efe que no hallaron rastro de los mismos. Lo cierto es que el nuevo registro forma parte de las diligencias pendientes de la reconstrucción de los hechos. Precisamente de las horas previas al momento en el que presuntamente el progenitor les arrebató la vida a sus hijas pequeñas.
Es en esa casa en donde habría acabado con las dos menores. Olivia fue hallada muerta en el fondo del mar 40 días después de los hechos.
El buque seguirá buscando a Tomás Gimeno
A partir de aquí y para cerciorarse de que el padre las pudo haber intoxicado, se está pendiente de confirmar el fallo de la autopsia. Los resultados definitivos de este estudio desarrollado al cadáver de la niña. Según el informe preliminar, la causa de su muerte fue por un edema pulmonar agudo.
La casa del padre y secuestrador de las pequeñas ha sido objeto de diferentes registros. En varios de ellos intervinieron dos perros adiestrados para detectar restos biológicos. Sin embargo, no localizaron pruebas concluyentes.
En estos días, continúa la búsqueda en el mar de Anna y su padre por parte del buque oceanográfico Ángeles Alvariño.
La realidad es que, en las últimas horas, la embarcación ha centrado sus labores de rastreo en un área situada frente a Las Caletillas y Barranco Hondo. Permanecen siguiendo el rastro que dejó el dispositivo móvil del padre. Activado hasta que perdió la conexión ya en la madrugada del 28 de abril.
Las muestras de agradecimiento de Beatriz
En estos momentos se buscan nuevas alternativas para lograr sustituir al buque oceanográfico en las labores de búsqueda.
Por su parte, Beatriz Zimmermann, la madre de las menores, ha publicado una carta de agradecimiento. Unas líneas dirigidas a la tripulación del barco, y a los agentes de la Guardia Civil encargados del caso.
Esta misma, que ya fue publicada el pasado sábado en la cadena de televisión Canarias7, va dirigida tanto a la tripulación del buque Ángeles Alvariño como a la Guardia Civil, que «han hecho que la verdad salga a la luz», ha destacado Beatriz.
«Por muy devastadora y cruel que fuera siempre es mejor saber la verdad. Gracias a ustedes (cuando digo ustedes a la Guardia Civil también claro), puedo sentir a mis niñas conmigo, de otra manera, pero las puedo sentir a mi lado», explica la madre de Anna y Olivia entre líneas.
Tal y como ha apuntado la propia Beatriz, «ya sentía algo muy especial una semana después de que pasara esto... sumida en un dolor profundo, pero sentía paz, como si estuvieran conmigo y bien».
«Pensaba que a veces sentía esa paz por tanta gente rezando y enviando amor, protección, que de alguna manera yo la sentía. Eran las niñas también que están conmigo, pero yo no quería creer eso porque quería encontrarlas», ha explicado rota de dolor la madre de las menores desaparecidas.
Por último, la progenitora se ha mostrado totalmente agradecida con los equipos encargados de la búsqueda de sus niñas: «Gracias a ustedes puedo vivir y poco a poco sumida en la tristeza, pero en la paz y en el amor de saber que sabemos la verdad. No solo yo, todo el mundo que también está sufriendo», ha explicado.