No tan solo las islas Canarias, sino toda España, sigue en vilo por el caso de las pequeñas Anna y Olivia, desaparecidas junto a Tomás Gimeno, su padre. El pasado 10 de junio se halló el cadáver de Olivia en el fondo del mar tras la búsqueda del buque Ángeles Alvariño. Desde entonces, se han intensificado las labores de investigación para tratar de encontrar a Anna y a su padre y presunto asesino, Tomás Gimeno.
Comienza este lunes una nueva semana, en la que van a cumplirse —el próximo domingo, concretamente— 2 meses de la desaparición de las niñas. El fin de semana que dejamos atrás ha sido intenso pero infructuoso. Aunque el buque Ángeles Alvariño no ha dejado de buscar de forma exhaustiva en la zona donde se geolocalizó el móvil de Tomás, no ha habido ningún resultado.
Un giro en la búsqueda de Tomás Gimeno
Tras semanas de trabajos sin descanso del Ángeles Alvariño, la Guardia Civil contempla la posibilidad de que Gimeno tirara el móvil pero continuara navegando. Los agentes barajan y estudian desde hace unas horas esta hipótesis, en la que Tomás habría lanzado su teléfono móvil al fondo del mar. Acto seguido, según la teoría, habría seguido navegando, pero sin dejar pistas de su paradero al deshacerse de su teléfono.
Es por este motivo que la Guardia Civil estudia ahora las corrientes marinas del fatídico 27 de abril. Pueden convertirse en una pista clave sobre el rumbo que pudo tomar Gimeno a fin y efecto de hallarle, a él y a Anna. En este sentido, esta misma mañana el buque ya no ha trabajado en la zona donde se geolocalizó el teléfono móvil.
En concreto, según ha explicado Telecinco en 'El programa de Ana Rosa', el Ángeles Alvariño se ha alejado más de la costa, a 5 millas. Allí, el robot ha inspeccionado el fondo marino a una profundidad de 1.500 metros para intentar hallar evidencias del paradero de Anna y Tomás. Habrá que ver si este nuevo giro en la investigación que lidera la Guardia Civil da finalmente sus resultados o resulta de nuevo frustrado.
Máximos esfuerzos de la Guardia Civil a pocos días de que se vaya el Ángeles Alvariño
Tras la última prórroga aprobada el jueves de la semana pasada, lo cierto es que se aproxima la cuenta atrás definitiva para que el Ángeles Alvariño abandone Tenerife. El buque tiene los días contados en esta investigación después de semanas trabajando sin cesar, y los agentes tratan de exprimir al máximo las horas. En las próximas horas, el barco podría tener que atracar por cuestiones de avituallamiento.
Una vez el Ángeles Alvariño se vaya de forma definitiva del mar de Tenerife, la investigación va a sufrir un varapalo importante. Se había barajado la posibilidad de que el submarino Piscis VI reemplazara al buque-robot, pero han surgido dificultades al respecto. Las últimas noticias desde Canarias indican que el Piscis VI aún no está en disposición de poder trabajar en este caso por la falta de varios certificados imprescindibles.
Este submarino, Piscis VI, desciende hasta casi los 2.200 metros y dispone de un brazo y una plataforma para recoger objetos. Pero para su plena operatividad habría que esperar meses, algo que dificulta mucho que pueda entrar en acción en los próximos días para buscar a Anna y Olivia. Hoy por hoy, toma fuerza un plan C: se trataría de un robot de Salvamento Marítimo que sí estaría operativo.
En este sentido, pues, es posible que el mencionado robot sea el encargado de reemplazar al Ángeles Alvariño cuando el buque se vaya. Dispone de 3 cámaras, varios brazos y un objetivo: hallar pistas sobre el paradero de Anna y Tomás y cerrar para siempre el dolor de la familia y de toda España.