Sigue la conmoción en el entorno de Jaime Guerrero, el joven de 15 años asesinado de un machetazo la noche del sábado en Madrid. Con el paso de las horas se han ido conociendo nuevos y sorprendentes detalles de este suceso. Jaime, la víctima mortal, pertenecía a una banda latina sin que su entorno lo supiera.
Inicialmente pensaron que el chico se había visto envuelto accidentalmente en una pelea entre bandas. Pero varias fotos del joven en redes sociales desvelaron su vínculo con la banda de los Trinitarios. Y las imágenes de las cámaras de seguridad confirman que tomó parte en la pelea, ya que aparece armado con un machete.
El Programa de Ana Rosa ha ofrecido en exclusiva las imágenes de la batalla campal en la que murió este adolescente. Las cámaras de seguridad grabaron los últimos momentos de Jaime con vida. Se ve a ocho atacantes encapuchados y a un menor herido de muerte persiguiéndoles con un machete de grandes dimensiones.
Lo que se ve en las imágenes
Noche del sábado en la calle Atocha de Madrid, en pleno centro de la capital. Decenas de jóvenes se encuentran en las puertas de una discoteca donde esa tarde tuvo lugar una fiesta para menores de 16 años. A las 21:53 horas, las cámaras captan a varios jóvenes abriéndose paso entre el gentío, yendo calle abajo.
Se trata de ocho chicos vestidos con ropa oscura y con la cabeza cubierta con capucha o gorra que andan a paso acelerado. Los últimos tres miran hacia atrás, como vigilando o observando algo que ocurre a sus espaldas. “Todo el mundo estaba ahí, porque sabían que iba a haber movida”, afirma una testigo.
Instantes después, el mismo grupo y otro puñado de jóvenes vuelven a subir calle arriba corriendo para después volver a bajar. “De repente aparecieron con machetes y de todo”, declara una chica que presenció los hechos. El último en pasar por delante de las cámaras es Jaime, un joven de 15 años al que todos llaman ‘Pepe’.
Corría herido de muerte
En esos momentos, Jaime ya había recibido el machetazo mortal que minutos después acabaría con su vida. El chico iba herido en el costado izquierdo y corriendo calle abajo armado con un machete de grandes dimensiones. “Le han pinchado, le han pinchado”, se escucha a alguien decir entre la multitud.
En las imágenes se observa el reguero de sangre que el joven fue dejando en su carrera, antes de desplomarse en el suelo. “Le vi en el suelo tirado con los ojos hacia arriba, inconsciente”, señala otro testigo. Varios trabajadores del local más cercano le atendieron sin éxito, y acabó muriendo en manos de las asistencias.
Gente que presenció el ataque aseguran que víctima y atacantes se conocían “porque fueron directos hacia él”. Según Ana Pastor, periodista de Telecinco, el menor iba armado con un machete de 60 centímetros. Las cámaras también captan a uno de los agresores intentando esconderse dentro de la discoteca, pero la seguridad lo echa.
Un joven con dos caras
Jaime Guerrero Messousi tenía 15 años y era español de origen marroquí. Se mostraba ante sus padres, amigos y compañeros como un adolescente sano, tímido y obediente amante del deporte. Jugaba en el CD Móstoles, donde su entrenador y sus compañeros solo tienen palabras de elogio para él.
Pero al parecer, el joven tenía otra cara y por la noche se transformaba en un pandillero violento. Los integrantes de bandas latinas como los Trinitarios, los Kings o los Dominican Don’t Play suelen ser chavales muy jóvenes como Jaime. Y en muchos casos, sus actividades pasan desapercibidas en su entorno.
La pelea en la que murió Jaime fue una de las cuatro reyertas que tuvieron lugar la noche del sábado 5 de enero. De hecho, apenas una hora después otro joven fue apuñalado mortalmente en el barrio de Usera, en otro enfrentamiento entre bandas. Esto ha hecho saltar todas las alarmas entre las autoridades.
Preocupación en Madrid
El ayuntamiento de Madrid ha mostrado “todo nuestro compromiso para acabar con las bandas juveniles”. Las imágenes facilitarán a la policía poder identificar a los autores, pero en estos casos es muy difícil determinar la autoría material. Por otro lado, confirman la participación de la víctima en el altercado.
El arma que lleva es un ‘bolo machete’ de hoja larga con el extremo redondo, muy utilizado en la selva para abrirse paso entre los helechos. Es el arma que las bandas latinas han tomado como símbolo de identidad, y muchas veces incluso lo personalizan con iniciales. La víctima sufrió un machetazo en el tórax.
La policía investiga si las bandas habían quedado para pelearse, pero según varios testigos todos sabían que allí iba a pasar algo. Las personas que atendieron inicialmente a Jaime aseguran que la herida era muy profunda, que estaba todo abierto. Todos estos hechos están ahora en manos de los investigadores.