Suma y sigue. El caso de Tomás Gimeno suma cada semana un nuevo (y fatídico) capítulo. Ahora la protagonista es Beatriz Zimmermann, la madre de Anna y Olivia, las niñas asesinadas por su padre en Tenerife. Indefensa, la víctima de uno de los sucesos más terribles que se recuerdan en España ha saltado de nuevo a la palestra para asegurar que sus hijas "estuvieron indefensas ante tal monstruosidad".
Por boca del presidente de SOS Desaparecidos, Joaquín Amills, ha explicado que los menores están "desprotegidos" ante la violencia machista. Zimmerman, además, ha ido más allá para hablar de la atrocidad que cometió su pareja y padre de las niñas, Tomás Gimeno. "Pensé que era buen padre y me equivoqué totalmente, nadie pensó que Tomás podía hacerles algo, todo el mundo creía que era un buen padre, y eso es lo preocupante", aseveró.
La convivencia con Tomás Gimeno: "Era imposible"
Con un tono jamás utilizado, Zimmermann explicó que "al principio tenía miedo" de separarse de Tomás Gimeno. Pese a ello, pensó que "a la larga" sería una buena decisión, ya que las niñas crecerían en un "ambiente donde reinara la paz y el amor".
Pese a ello, dijo a posteriori eso era "imposible", ya que Tomás Gimeno nunca respetó su decisión, ni la convivencia. Además, insistió en el hecho que su difunto marido había jugado varias veces a "juegos psicológicos" para tratar de llevar a la madre y a las niñas a su terreno.
Así las cosas, Tomás decidió tomar la decisión más drástica y horrenda posible: asesinar a las niñas.
"Quería parecer ser un buen padre"
Prosiguiendo con su discurso, la madre de las menores asesinadas en Tenerife ha explicado que los maltratadores "abusan de lo que pueden". Dice que así se sienten "más importantes" y pueden chantajear a quién les interesa.
Además, explicó también que Tomás Gimeno siempre trató de aparentar ser "un buen padre", aún que nunca lo consiguió. Al hilo de la cuestión, relató que les aterra "perder la custodia de los niños" y convertirse en "la vergüenza" de la sociedad.
Por eso mismo, pidió "aliarse" con los niños maltratados para que sintieran que "no son suyos".
"Los niños no pueden ver el maltrato como algo normal"
Fue el último ruego de Beatriz Zimmermann. La madre de las menores asesinadas en Canarias pidió "aislar" a los niños de dichas situaciones. "Los niños no pueden ver el maltrato como algo normal", comentó mientras añadía: "Los niños se dan cuenta de más cosas de lo que nos pensamos. Podemos hacer mucho por marginar a los maltratadores".
Finalmente, Beatriz aseguró que al menos Anna y Olivia habían dejado un "legado" para que "no se normalice el maltrato". Por eso mismo, pidió no cesar en la guerra contra el maltrato y porner freno de una vez por todas a esta "lacra".
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