Acababa de cumplir 50 años y tenía una vida llena de éxito familiar y profesional. Francisco Encina murió el pasado viernes, 5 de noviembre, en Granada, de forma repentina. Era director general de Thielmann Portinox, estaba casado y tenía dos hijos de 15 y 11 años.
Francisco nació en Santander y era el mayor de tres hermanos. Pero las responsabilidades laborales le habían llevado hasta Granada, donde llegó a director general de planta de la compañía Thielmann Portinox Spain. Se trata de una empresa alemana puntera en la fabricación de contenedores de acero.
El pasado domingo, un centenar y medio de personas se despidieron de Francisco en el cementerio de San José de Granada. El fallecido contaba con un currículum intachable y una trayectoria profesional envidiable. La compañía Thielmann ha mostrado su profunda consternación y ha mandado un mensaje de cariño a familiares y amigos.
Ascenso profesional fulgurante
Francisco Encinas se licenció en Ingeniería Industrial en la Universidad de Cantabria, y empezó trabajando en Teka Industrial, en la capital cántabra. Desempeñó su labor en el departamento de investigación, con competencias en desarrollo de producto. Más tarde fue nombrado director industrial en la planta de Thor España, ubicada en Barcelona.
Teka es una prestigiosa empresa de electrodomésticos a la que Francisco volvió en 2006, como responsable de automatización de procesos industriales. Trabajó en la planta de la compañía en Santander, su localidad natal, hasta que le salió una nueva oportunidad en Granada. En 2009 empezó su nueva andadura en la compañía alemana Thielmann.
Allí empezó como director comercial, hasta que en 2013 fue promocionado con la entrada de una nueva dirección en la compañía. Encinas pasó a dirigir las áreas de Mejora Continua y Calidad de la empresa, y en 2017 ascendió a director de planta.
Líder de equipos con gran implicación
Desde hace dos años, Francisco Encinas asumió la responsabilidad total como director general de la planta de Thielmann en Granada. A sus espaldas acumulaba una extensa trayectoria profesional liderando equipos con gran implicación y compromiso personal. Por eso obtuvo el reconocimiento exterior a su labor y a sus competencias.
En su última etapa dirigió la compañía con mucho éxito hasta elevar sus operaciones a niveles de excelencia. Su pérdida ha supuesto un batacazo para la empresa Thielmann, tanto a nivel humano como profesional. “No solo perdemos a un directivo entrega, líder y comprometido, sino también un querido amigo”, han dicho en un comunicado.
Desde Thielmann han lamentado la muerte de su trabajador a una edad tan joven, y han trasladado “un mensaje de condolencia, unidad y continuidad”. La empresa seguirá adelante, pero sin uno de sus activos más potentes. “Nuestro más sincero pésame a la familia y a todos los amigos que deja atrás”, han concluido en su mensaje.
Nuevo director general de planta
La inesperada muerte del directivo ha supuesto un golpe duro para la compañía, que ahora trata de manejar la situación. El comité de dirección de Thielmann se ha reunido para gestionar el contratiempo y garantizar el seguimiento de las operaciones. Alberto Borque, que fue director general de planta hasta la llegada de Encinas, asume provisionalmente el cargo “a todos los efectos, a partir de esta semana”.
Alberto Borque también es licenciado en Ingenería por las universidades de Zaragoza y Bremen. Igual que el fallecido, también trabajó en Teka antes de dar el salto a Thielmann. En la compañía ha ocupado varios puestos de responsabilidad, y ahora vuelve a la dirección general que ya había ejercido.
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