Ya son 26 días los que el volcán de Cumbre Vieja lleva soltando lava sin cesar. Su actividad se ha incrementado, ahora el magma es mucho más fluido y amenaza a otras zonas de La Palma. Miles de personas han tenido que abandonar sus hogares con la vista puesta en el avance de las lenguas de lava.
A esto, se le suma una sucesión de terremotos perceptibles en toda la isla. Temblores que alcanzan los 4,5 en la escala Richter y que añaden más angustia e incertidumbre. La devastación alcanza las 680 hectáreas y más de 1.500 viviendas destrozadas, según Copernicus, el programa de observación de la Unión Europea.
Tres coladas mantienen a los profesionales de Emergencias del PEVOLCA en alerta y ya han evacuado otro barrio de Los Llanos de Aridane. Una evacuación que se suma a la de 800 personas del barrio de La Laguna, llevada a cabo el pasado martes 12 de octubre.
El volcán de Cumbre Vieja no cesará a corto plazo
Las imágenes que llegan desde La Palma son devastadoras. El volcán no muestra signos de debilidad y los expertos auguran que seguirá así por un tiempo prolongado. Desde que entró en erupción, los científicos analizan cada muestra y los resultados no apuntan a un cese a corto o medio plazo.
Las emisiones de dióxido de azufre aumentan y ya se han registrado cerca de 17.000 toneladas diarias expulsadas. Una cifra que dista mucho de las 100 toneladas que deberían expulsarle para considerar que el volcán está cesando su actividad.
Tampoco los movimientos sísmicos señalan la disminución de su fuerza. Solo en la pasada noche se registraron más de 50 terremotos, lo que indica una deformación importante dentro del volcán.
La cámara magmática se podría estar recargando
Mucho antes de que el volcán de Cumbre Vieja entrara en erupción, los movimientos sísmicos en la zona anunciaban el desastre. Gracias a ellos y al estudio de los científicos, se pudo evacuar la zona sin mayores daños que los materiales.
Ahora, son estos movimientos lo que mantienen en alerta a los expertos del PEVOLCA. Cada día se registran nuevos temblores que podrían anunciar un empeoramiento de la situación actual.
Su erupción sigue siendo estromboliana y el nivel de explosividad se sitúa en el 2. Sin embargo, son los movimientos sísmicos los únicos que pueden determinar qué está sucediendo en el núcleo. Los investigadores se mueven en dos teorías.
La primera es que podría estar vaciándose el magma, lo que produce un reajuste de la zona que se traduce en estos temblores. Y la segunda opción: que la cámara magmática está recargándose.
Esta es la hipótesis que más preocupa a los sismólogos y vulcanólogos, porque de ser así, la cosa podría ir a peor. ¿Qué significa que se recargue la cámara magmática? Básicamente que la erupción del volcán está muy lejos de terminar.
Esta cámara es la zona del volcán donde se almacena el magma, el conjunto de gases y rocas que expulsa hacia el exterior. Una recarga supondría que la erupción no se acabaría a corto plazo debido a la constante llegada de magma.
El terremoto más intenso registrado
Sin embargo, a pesar de los temblores registrados, los expertos descartan que se abra una nueva boca. Por el momento, la calidad del aire sigue siendo buena aunque, de cambiar su rumbo podrían decretarse nuevos confinamientos.
El movimiento sísmico detectado la pasada noche, superó los niveles registrados desde que comenzó el proceso eruptivo. Fue sentido en toda la isla y es una señal inequívoca de la intensidad que presenta el volcán de Cumbre Vieja.
De ahí que los expertos estén muy seguros de que su actividad continuará durante muchos días a la espera de señales que indiquen lo contrario.