Tras el desplome del cono del volcán Cumbre Vieja la semana pasada, el riesgo se ha acentuado en la zona. Debido a los gases emanados por la lava al entrar en contacto con una fábrica, las autoridades decretaron un confinamiento a más de 3 000 vecinos de la zona afectada.
Desde el 19 de septiembre, haca casi un mes, los habitantes de La Palma están viviendo un auténtico infierno. Tras el estallido de Cumbre Vieja, se han vivido momentos muy complicados y la situación se ha extendido hasta la actualidad.
El monte en cuestión lleva mucho tiempo inmerso en una continua actividad que está acabando con las especulaciones sobre su fin. Los expertos ya aseguraron que la actividad volcánica podría prolongarse un tiempo, pero este está durando más de lo esperado.
Todos los días surgen nuevos acontecimientos que ponen en duda los vaticinios de los vulcanólogos y la seguridad de los lugareños. A su paso, la lengua de magma ha devastado muchos pueblos y campos de cultivos, dejando a su paso una gran destrucción.
En su camino al mar, las nuevas y viejas coladas han sepultado casi 600 hectáreas y miles de construcciones entre casas, fábricas e iglesias. Sin embargo, la situación se ha complicado para otra localidad, la cual se ha visto sometida a un confinamiento por las duras condiciones del exterior.
El volcán obliga a más de 3 000 personas a ser confinadas
Las consecuencias que está teniendo la erupción del volcán de La Palma están siendo desastrosas. Las autoridades se encuentran inmersas en un sinfín de operativos para proteger a los ciudadanos y los expertos están estudiando todos los detalles para anticiparse a los movimientos.
Aun así, la situación está siendo muy inestable debido a que no se puede vaticinar el comportamiento del mismo. Además, los últimos acontecimientos han hecho que las autoridades tomen unas medidas desesperadas para ayudar a los afectados.
Ayer, día 11 de octubre, se decretó un confinamiento obligatorio para los habitantes de las zonas próximas a la colada de magma. Esta son aquellas cercanas a polígono industrial del Callejón de la Gata, en Los Llanos de Aridane.
Esta medida responde a que la lengua de fuego ha entrado en contacto con una fábrica cercana de cementos. La fusión ha provocado la emanación de unos gases nocivos que ponen en riesgo la salud de los habitantes aledaños a la zona.
Con ello se han confinado a más de 3 000 personas que sufren un riesgo adicional y ven peligrar su integridad. El área confinada abarca el espacio comprendido entre el camino de la Cruz Chica hasta la vía LP-2. También incluye la calle Nicolás Brito Pais y la circunvalación hasta la rotonda.
En el espacio comprendido se encuentra la zona afectada por el incendio del pasado agosto, que causó grandes destrozos. Además, se ha incluido el famoso campo de fútbol de El Paso.
Miguel Ángel Morcuende, director técnico del Plan Especial de Protección frente a Riesgo Volcánico de Canarias, ha ofrecido los detalles. Asegura que la decisión se ha tomado como respuesta ante los resultados obtenidos tras el análisis de los gases.
Afirmaron que el encierro sería obligatorio hasta el martes, 12 de octubre, hasta que los expertos valorasen la situación. De hecho, el avance de la lava por las zonas industriales plantea que esta medida se aplique a nuevos municipios. Aun así, hace unas horas, en torno a las 11:30 de la mañana, las autoridades levantaron el confinamiento debido a los buenos resultados del análisis.
Todavía no se ha descartado un nuevo confinamiento o nuevas medidas para proteger a los lugareños de las consecuencias del volcán. Esperemos que la situación vaya calmándose en los próximos días y se ponga fin a este desastre natural.