26 días después de la erupción del volcán Cumbre Vieja en la isla canaria de La Palma, la situación sigue siendo de máxima alarma. El colapso de la cara norte del cono volcánico ha incrementado la actividad efusiva y eruptiva del volcán. La emisión de lava más abundante y las veloces coladas elevan a 595 las hectáreas afectadas.
Según los últimos datos del Plan Especial de Protección Civil y Emergencias, la erupción ya ha afectado a más de 1.500 casas y ha cambiado por completo el paisaje de la isla. Además de las viviendas, la lava también se ha llevado por delante plantaciones y cultivos. Se trata de un desastre natural sin parangón en la historia reciente.
La pregunta que nos hacemos todos llegados a este punto es: ¿Cuándo finalizará la erupción? Según el Observatorio Geofísico Central (OGC), “no hay una sola señal que indique el final de la erupción en La Palma”. Nadie se atreve a poner fecha al final, pero todos los expertos coinciden en que va para largo.
Rompe una tendencia histórica
El poder destructivo y la duración del volcán Cumbre Vieja está siendo mucho peor de lo que los expertos esperaban. De hecho, estamos asistiendo a un momento histórico porque el volcán está rompiendo la tendencia de duración de las erupciones en La Palma. Desde 1585 a 1971, pasaron de 84 a 24 días.
En 1585, el volcán Tajuya estuvo 84 días expulsando lava, y en 1646 la erupción del Tigalate duró 82 días. En 1677, el volcán San Antonio estuvo activo 66 días, y en 1972 El Charco erupcionó durante 56 días. Los volcanes de San Juan, en 1949, y Teneguía, en 1971, cambiaron la tendencia al erupcionar 42 y 24 días, respectivamente.
Según explica el catedrático emérito de Geografía, Eduardo Martínez de Pisón, “lo que está haciendo el Cumbre Vieja es contradecir una especie de tradición de tendencia”. Durante el período señalado, los volcanes iban reduciendo cada vez más la duración de la erupción, pero la que estamos viviendo estos días la va a rebasar con creces.
El volcán ha llegado al día 26 en su máximo apogeo y la previsión es que siga activo durante algunas semanas más, incluso meses. La situación va empeorando, y el volcán ya ha expulsado 60 millones de metros cúbicos de lava. El pasado lunes fueron expulsadas 4.522 toneladas de dióxido de azufre y 19.958 de dióxido de carbono.
Los expertos, descolocados
Los expertos y los vecinos están descolocados por el comportamiento del Cumbre Vieja. Cuando parece que la montaña se adormece y da un paso atrás, de repente vuelve a estallar y recupera su poder destructivo aumentado. Y lo que es peor, nadie se atreve a poner fecha al final de este calvario.
Los expertos pensaban que las cámaras magmáticas del Cumbre eran menores de lo que realmente son, y que la erupción duraría menos tiempo. La previsión inicial es que fuera menor que la del Teneguía, que duró 24 días. Pero la realidad es otra, y es mucho peor.
En su 26 jornada de erupción, el volcán sigue escupiendo lava y gases tóxicos en grandes cantidades. Además, está provocando fuertes movimientos sísmicos en la zona. En las últimas 24 horas, el Instituto Geográfico Nacional (IGN) ha detectado 55 temblores en las proximidades del volcán.
Las coladas avanzan
Autoridades y vecinos siguen muy atentos el avance de las tres coladas que avanzan hacia el mar. Han tenido que ser desalojados centenares de vecinos en Los Llanos de Aridane y La Laguna. No se descartan nuevos desalojos y confinamientos en las próximas horas.
Según la medición de las emisiones de dióxido de azufre, no tiene pinta que el volcán vaya a dar tregua a corto o medio plazo. Para considerar que el volcán está menguando, la cantidad de dióxido de azufre diario tendría que estar en 100 toneladas, y ahora mismo está en 17.000. Otros parámetros confirman que la cosa va para largo.