Brian Goldner enfermó de cáncer de próstata en 2014, año en el que empezó a lucha contra la enfermedad y se convirtió en un ejemplo. Es el CEO de la compañía de Hasbro y su volumen de trabajo era excesivo, pero en ningún momento dio muestras de debilidad.
El mundo empresarial ha amanecido con una triste noticia: el fallecimiento de Brian Goldner, un referente en su profesión. Alcanzó el éxito en los negocios cuando era muy joven, pero nunca llegó a disfrutar del mismo por una tragedia que no pudo olvidar.
Brian estaba casado y tenía dos hijos, pero uno de ellos se murió tras una sobredosis y el empresario siempre ha arrastrado el suceso. El joven se llamaba Brandon y antes de comenzar con sus adicciones demostró tener el mismo talento que su progenitor.
Goldner consiguió que su empresa de juguetes brillara con fuerza, tanto que arruinó a la competencia: Toys’R’Us y Mattel. Siempre será recordado por llevar a lo más alto a sus productos estrellas, como el popular juego Monopoly.
Brian Goldner enfermó un año después de morir su hijo
El gran éxito del experto es conseguir que sus grandes rivales se declaran en bancarrota, pues por aquel entonces él estaba viviendo un infierno. Su esplendor empresarial coincidió con el momento más delicado de su biografía: acababa de perder a Brandon y le detectaron cáncer.
Goldner fue un referente durante toda su enfermedad porque en ningún momento dio muestras de querer tirar la toalla. A muerto a los 58 años y estuvo al frente de su empresa hasta el último momento, de hecho sus empleados están completamente destrozados.
Forbes lo incluyó en su famoso ranking de líderes corporativos más innovadores de Estados Unidos porque su trayectoria era brillante. Consiguió que Hasbro llegara a lo más alto y que tuviera una reputación ejemplar entre sus consumidores.
Empezó a trabajar en la compañía en el 2000 como director de juguetes y ocho años después asumió el cargo de CEO. Durante su mandato algunos juegos como la plastilina Play-Doh, el Trivial o el Cluedo alcanzaron una popularidad impensable.
El secreto de Brian Goldner
El empresario llego a Hasbro en un momento bastante delicado, pues la compañía únicamente se dedicaba a copiar juguetes de otros. El éxito de este negocio dependía que ciertas marcas autorizasen sus productos, como por ejemplo Pokémon, pero Brian lo cambió todo.
Lo primero que hizo cuando llegó al poder fue desprenderse de las fábricas externas porque quería tener el control absoluto del negocio. Sabía que crear juguetes era muy complicado, especialmente porque había mucha competencia, y no quería depender de nadie.
Más adelante empezó a colaborar en historias que sabían que podrían tener repercusión, de ahí que se asociara con Steven Spielberg. Juntos produjeron la película de Transformers porque Goldner sabía que estos muñecos iban a tener mucho éxito.
En 2007 se estrenó el proyecto y a los pocos días los juguetes ya estaban agotados en todas las tiendas. Todo se debe gracias a su destreza, pues dio órdenes de diseñar a los personajes con intención de crear muñecos para los fans.
El empresario controlaba la serie Peppa Pig
A pesar de que esta idea fue muy rentable, su mejor estrategia fue comprar el estudio de Entertainment One. Esta empresa era propietaria de la famosa serie de dibujos animados Peppa Pig, todo un imán para el público infantil.
Hasbro comercializaba los juguetes de esta ficción y también recibía ingresos por sus reproducciones en la pequeña pantalla: un negocio redondo. Como vemos, Brian siempre demostró tener un talento indiscutible, los éxitos le avalan.
Las jugueteras han quedado huérfanas tras la pérdida, pues era un empresario que siempre estaba dispuesto a ayudar. La gente que ha trabajado con él se siente muy orgullosa de haber compartido espacio y proyectos, pues era una fuente de sabiduría.