El Ministerio de Sanidad ha tomado una decisión firme respecto a la administración de la cuarta vacuna anticovid para la población general en España. Hace apenas un mes, el ministerio liderado por Carolina Darias y los gobiernos autonómicos acordaron que nuestro país empezaría a administrar una cuarta vacuna contra la covid.
Las dosis de refuerzo estarían destinadas a la población más vulnerable (inmunodeprimidos, trasplantados o pacientes con cáncer). Y se llevaría a cabo la inoculación cinco meses después de la tercera dosis.
Varias comunidades autónomas como Asturias, Galicia, Navarra o Cantabria empezaron esta campaña de refuerzo con la duda de si se haría efectiva para la población general. Por ahora, las regiones españolas afean este plan por falta de "evidencia científica suficiente" y estar desaconsejada por diversos organismos internacionales.
Sanidad toma una decisión sobre la cuarta dosis
"No está en el debate del Ministerio ni creemos que deba de estar", exponen fuentes autonómicas. Todos están de acuerdo en que la cuarta dosis no es una vacuna vital "en estos momentos". Lo piensan así tras haber dejado atrás lo peor de la variante ómicron y con las temperaturas "en pleno ascenso".
Ahora mismo, ni la EMA ni la OMS ven positivamente la administración de una cuarta dosis para la población general. Además, diferentes expertos inmunólogos advierten que si se inoculara esta cuarta dosis pueden darse casos donde el cuerpo se quede "exhausto" de recibir tantas vacunas. Hablamos de la llamada "fatiga inmunológica".
Fuentes autonómicas han confirmado a El Español la validez de los estudios de la EMA y la OMS. Sobre ellos, exponen que la cuarta dosis solo está ideada para vulnerables "y ningún otro grupo". Eso sí, sobre inocular la cuarta dosis a ancianos en residencias o profesionales sanitarios, admiten que "ahí no hay consenso".
A pesar de rechazar la cuarta dosis, España sigue comprando vacunas
Y es que Sanidad ve dos problemas. Por una parte, la existencia de la inmunidad celular que ha ido ganando la población. Por la otra, se ha demostrado que para crear un estímulo con dosis de recuerdo es mejor "combinar vacunas".
El caso es que en nuestro país no se están combinando vacunas. Sanidad ha creído conveniente utilizar las de Pfizer y Moderna para las dosis de refuerzo. Estas son las mismas que ya se usaron en la dos primeras dosis y la dosis de recuerdo a estos grupos de riesgo.
Lo cierto es que España sigue comprando vacunas y llegan nuevos antígenos, aunque la población a inmunizar se va reduciendo con el paso de los meses.
Marco Cavaleri, jefe de Estrategia de Vacunación de la EMA, afirmó hace días que "están de acuerdo en que la administración de múltiples dosis de refuerzo con intervalos cortos en el tiempo no sería una solución sostenible a largo plazo".
"La administración repetida de refuerzos con varios intervalos de tiempo cortos podría reducir el nivel de anticuerpos que se pueden producir en cada administración, ya que nuestro sistema inmunológico necesita una cierta cantidad de tiempo para mostrar la respuesta al antígeno que se le presenta. Esto, potencialmente, hará que la vacunación sea un poco menos eficiente con el tiempo", explicó.
Israel fue pionera en implantar la cuarta dosis
Hasta ahora, la Comisión Europea está gestionando la compra de vacunas y se ha asegurado el suministro de 4200 millones de dosis. Las ha conseguido gracias a varios acuerdos de compra centralizada. De esta elevada cantidad, se han distribuido ya 1200 millones.
De momento, apenas existen estudios que verifiquen la eficacia de la cuarta dosis, por lo que parece que las decisiones del Ministerio están claras. Así las cosas, solo se pondrá esta cuarta dosis a las personas más vulnerables.
Hay que señalar que Israel fue de las pioneras en establecer esta cuarta dosis. Un ensayo demostró que, aunque los anticuerpos de los vacunados con cuatro dosis crecieron en relación a la tercera, no evitaron la infección. La razón fue que apenas hay diferencias entre sus datos y los del grupo de control.