Han pasado dos años desde que el coronavirus llegó a nuestras vidas.
Entonces la crisis sanitaria pilló por sorpresa no solo a la población general, sino también a los gobiernos. Ahora, el Ejecutivo español no quiere que se repita el desabastecimiento de material sanitario, pero la reserva con la que cuenta no es suficiente para una nueva pandemia.
Una reserva nacional insuficiente
Cuando llegó el coronavirus, cada médico y enfermero tuvo que buscarse la vida para protegerse en el trabajo. No había suficientes mascarillas para todos y mucho menos trajes de protección.
La población se volcó con el ámbito sanitario e incluso se confeccionó material con bolsas de plástico y telas, algo surrealista en aquel momento. No obstante, era la única opción para tratar de protegerse frente a un coronavirus que estaba expandiéndose por todo el mundo a gran velocidad.
Para que esta situación lamentable no se vuelva a repetir en caso de una nueva crisis sanitaria, el Ministerio de Sanidad señalaba hace unas semanas que España tenía reservas. A través del Portal de Transparencia, señalaba el material que había almacenado, que, desafortunadamente, no es suficiente.
España no está protegida frente a una nueva pandemia
A finales de febrero, la reserva estratégica nacional que el Gobierno decidió empezar a conformar en junio de 2020 constaba de 388 260 550 mascarillas quirúrgicas. A ellas hay que sumar 72 698 860 unidades de mascarillas FFP2 y 1 766 880 de FFP3.
Si estas cifras se cruzan con el número de sanitarios colegiados en 2020 las cuentas no salen. A cada uno de estos sanitarios les corresponderían 123 mascarillas porque, según EPData, entonces había más de 600 000. Una cifra prácticamente ridícula, sabiendo que hay que cambiarlas cada ocho horas y más en este tipo de trabajos.
La situación todavía es peor en el caso de los trajes de protección, conocidos coloquialmente como buzos. La reserva cuenta con 938 150, lo que supone 1,5 trajes de este tipo para cada sanitario colegiado.
Lo cierto es que no solo los médicos y enfermeros usaron estos buzos durante las primeras olas, también los celadores, auxiliares, personal de limpieza y efectivos de la UME, entre otros. De estado forma, no llegaría ni a un traje de pies a cabeza para cada uno de ellos.
La ventilación que salvó vidas
En cuanto al acopio de equipos de ventilación invasiva, desde junio de 2020 ascienden a 955. Hay 343 repartidos en hospitales públicos por toda España, sin contar con otro tipo de centros sanitarios.
De aquí se extrae que si el Ejecutivo volviera a verse en una situación similar no llegaría a tres los respiradores de media.
La reserva estratégica nacional cuenta también con test de anticuerpos, 95 859, y de antígenos, casi 2 000 000 de unidades.
Estas cifras también se quedan bastante cortas. Y es que solo en la segunda semana de enero se vendieron más de 8,1 millones de test de antígenos en las farmacias, según la consultora Iqvia.
A todo ello hay que sumar tres tipos de fármacos que incluye la reserva estratégica española. Estos fueron usados para sedar y despertar a los enfermos más graves de coronavirus. De Propofol hay 40 982 unidades almacenadas, de Midazolam 57 800 y de Dexmedetomidina 12 453 unidades.
Anuncian la fecha oficial del fin de las mascarillas
Guardado bajo custodia
La mayoría de este material está a buen recaudo. Se encuentra custodiado en las instalaciones del Ministerio de Defensa, según recoge el Portal de Transparencia. El resto está distribuido en almacenes de la empresa distribuidora de productos farmacéuticos Logista Pharma.