El ministerio de Trabajo ha dado hasta el 31 de marzo de plazo para que los empleadores de trabajadoras del hogar actualicen sus contratos en base al salario mínimo interprofesional (SMI). La campaña, sin embargo, podría fracasar por la complejidad de los trámites, y los afectados asumen que en muchos casos será imposible hacerlo.
Los hogares que quieren actualizar los contratos de sus empleadas domésticas en la Seguridad Social se encuentran con el mismo problema que otros procedimientos burocráticos en plena pandemia: el colapso de la administración.
Esto está llevando a un retraso en los trámites, agravado además por la complejidad del proceso. Uno de los que lo ha conseguido, lo explica de la siguiente forma: «Me considero una persona formada y familiarizada con las nuevas tecnologías, pero he tardado ocho días en distintas horas para cerrar el trámite, y lo he hecho gracias a un manual de instrucciones de más de 30 páginas que me han enviado».
El ministerio de Trabajo ha iniciado una campaña de sensibilización e inspecciones para proteger uno de los sectores más vulnerables del mercado laboral, el de las trabajadoras del hogar. La campaña consiste en el envío de 45.000 cartas a los empleadores registrados en la Tesorería de la Seguridad Social, a los cuales se insta a actualizar los contratos de sus empleados en base al salario mínimo interprofesional de 2021.
Desde la última modificación, el SMI en España se encuentra en los 950 euros mensuales en 14 pagas (1.108,33 en 12 pagas). A partir de ahora, las trabajadoras tendrán que percibir como mínimo esa cantidad a jornada completa. Además, se tendrán que abonar las cotizaciones a la Seguridad Social que ascienden a 300 euros mensuales.
Instrucciones de la Seguridad Social
El Gobierno ha dado de plazo hasta el 31 de marzo para regularizar la situación de estas trabajadoras, y si no lo hacen se enfrentan a multas de entre 6.250 y 190.000 euros. Con esta campaña se quiere poner fin a la situación irregular de estas trabajadoras vulnerables, la mayoría mujeres e inmigrantes.
Unas 400.000 trabajadoras del hogar están registradas en la Seguridad Social, pero el sector cuenta con mucha economía sumergida por la dificultad de realizar inspecciones. Ahora, la intención del Gobierno de dar un vuelvo a la situación se complica por las dificultades del proceso administrativo.
El trámite está resultando más complejo de lo esperado para los hogares que quieren ponerse al día. Junto a la carta de la Seguridad Social reciben instrucciones para aquellos que disponen de medios de identificación electrónica. Los que no lo tienen pueden acceder al formulario a través de un código QR y un enlace.
Aun así, los que lo han logrado reconocen que es un sistema complejo incluso para los que están familiarizados con los trámites de la Seguridad Social. Los que incluso con el manual son incapaces de hacerlo, se encuentran con el problema de contactar con las oficinas: en tiempos de pandemia, los canales de comunicación están colapsados. Uno de los empleadores advierte: «Para la gente no habituada, será imposible».
'Procedimiento muy complicado'
Muchos empleadores que recibieron la carta del ministerio de Trabajo no encuentran la manera de tramitar la actualización del contrato. Algunos se quejan de que cuando han conseguido descargar los formularios y rellenarlos, no los pueden regularizar: «Meto mi código de cuenta de cotización y los datos de la fecha de alta, y el sistema me dice que no existe nadie en alta es esa fecha», explica una de las afectadas.
Problemas como este se repiten en muchos casos y eso hace que la subida del sueldo para las trabajadoras del hogar peligra. En la tesorería de la Seguridad Social reconocen que el desconocimiento de los trámites digitales, especialmente para personas de avanzada edad, puede ser un problema a la hora de actualizar las nóminas y las digitalizaciones.
La otra duda que queda abierta es qué pasará con aquellos empleadores que no hayan podido completar el trámite el 31 de marzo. Los inspectores de trabajo dan por hecho que al cumplirse la fecha se iniciarán los trámites para la notificación de infracciones. Desde el departamento lo admiten: «El procedimiento es muy complicado, por no decir imposible». Y advierten de que el problema vendrá cuando se acerque el plazo y todos quieran actualizarlo de golpe.