Actualmente, se cumplen 12 días desde que el buque 'Ángeles Alvariño' localizó el cuerpo sin vida de Olivia en el fondo del mar. Ahora, las posibilidades de hallar los cuerpos de su hermana Anna y su padre Tomás Gimeno, son cada vez más complicadas.
El pasado 10 de junio se conocía la peor de las noticias. Se localizó el cuerpo de la mayor de las hermanas, Olivia. En estos momentos, ya han pasado 12 días desde el hallazgo y un total de 57 desde la desaparición de las dos menores junto a su padre Tomás Gimeno.
Los expertos apuntan a que las posibilidades de encontrar nuevos cuerpos son cada vez más remotas. De esta forma lo ha anunciado el delegado del Gobierno de Canarias, Anselmo Pestana.
Sin embargo, desde el cuerpo de la Guardia Civil insisten en que la investigación no terminará hasta que no se encuentren nuevas pruebas del caso.
Y es que ya lo ha determinado la propia directora, María Gámez, quien se mostraba contundente: no se cerrará el caso.
El ministro del Interior Fernando Grande-Marlaska, ha asegurado que proveerán de los medios necesarios para continuar con la búsqueda de Tomás Gimeno y de su hija Anna. Unas labores que no cesarán incluso cuando el buque 'Ángeles Alvariño' deba abandonar la labor para seguir con otros de sus compromisos.
El mapa nacional y así como una gran parte de la población internacional, sigue en vilo y a la espera de que se localicen los cuerpos de Anna y Tomás.
En lo referido al buque, es la primera vez que se ha utilizado un barco de estas características para sondear el fondo marino y encontrar un cadáver. Sus acciones iban más orientadas a la investigación y no a la vertiente criminalística.
Con la vista puesta en la búsqueda de Anna
Aún no existe una fecha concreta para la marcha de este buque que ha trabajado a contrarreloj durante semanas. Así mismo, la Guardia Civil lleva días realizando gestiones para tener otras alternativas y continuar la búsqueda.
Una de las opciones principales sería la de un minisubmarino de propiedad privada y con capacidad para trabajar a una profundidad de hasta 2.180 metros.
En estos días, la embarcación está realizando rastreos enfocados más al sur, y se ha alejado también de la costa. Se sitúa a unas seis millas de distancia (algo más de 9,5 kilómetros).
Expertos apuntan a que este cambio de zona se puede fundamentar sobre la hipótesis de que Tomás Gimeno tirase el teléfono al agua. Posteriormente él se habría lanzado tras navegar algunas millas más.
De esta forma, la búsqueda se centra más al sur, pues es la propia corriente la que marca que Tomás acabó llevando su barco frente al puertito de Güímar.
Desde la investigación y la familia de las menores, apuntan a que Gimeno habría acabado con su vida una vez las mató.
Por otro lado, según el portavoz de Beatriz, existe la posibilidad de que Gimeno siga con vida y pueda volver a repetir su crimen. Eso es «lo que más la tortura». De esta manera, encontrar el cuerpo del progenitor, traería «paz» a la familia.
«Beatriz da por supuesto que es muy difícil encontrar a Anna». Esas eran las palabras del portavoz de la familia de Anna y Olivia. Las dos menores desaparecidas en Tenerife y secuestradas por su progenitor, Tomás Gimeno.
«Tener a Olivia es un verdadero milagro, ya que ha permitido encajar el puzle de un maquiavélico asesino», ha recalcado el portavoz de la familia.
«Despedir a Olivia va a ser despedir a Anna. Ella siempre protegió a Anna. A pesar del dolor, en la mente siempre van a estar juntas», ha finalizado Amills.