El 20 de agosto de 2020, la vida de Jhoselynne Rosario se rompió para siempre. Su hijo de dos años, Álvaro, murió ahogado en una piscina en Mazarrón (Murcia). Los padres denunciaron a los dueños de la instalación, que son vecinos suyos.
Según la versión de los padres, el día de los hechos una pareja de origen británica se llevaron a su hijo sin su permiso. Minutos después, lo encontraron flotando en el agua sin vida. Ahora, la jueza de instrucción ha reabierto el caso para esclarecer qué sucedió.
El juzgado de instrucción número 2 de Totana ha decidido reabrir el caso de Álvaro. Ahora podrán investigar por qué el niño de dos años murió en la piscina. Y qué implicación tuvieron la pareja británica de la cual sospechan.
El caso llegó a estar cerrado, pero ahora se ha vuelto a abrir. Así lo ha decidido la magistrada tras escuchar la declaraciones de la pareja. También las de la madre, que estuvo presente el día fatídico de la muerte de su hijo.
Qué sucedió el 20 de agosto
El 20 de agosto, Jhoselynne recibió en su casa de Camposolo la visita de su madre y del marido de ella. También la visitaron sus dos hermanas pequeñas, una de ellas con una discapacidad. Tenía que ser una jornada lúdica en familia, pero algo se torció.
Según su versión, había mucha gente en casa y decidieron salir a por comida. Al regresar tuvieron un problema con la puerta y pidieron ayuda a los vecinos. Se trata del matrimonio británico, que que trataron de echarles una mano con las herramientas.
Dentro de la vivienda estaba la menor con Síndrome de Down, sola y dormida, hecho por el cual necesitaban entrar dentro. Su vecino, David, forzó la puerta para poder acceder. De repente, su esposa cogió a Álvaro sin pedir permiso y se lo llevó a su vivienda.
La madre asegura que la llamó varias veces diciéndole que no se lo llevara. Por alguna razón, la mujer británica desatendió su llamada. Esto es lo que explica la madre y lo que consta en la denuncia presentada ante la Guardia Civil.
Los sospechosos salieron corriendo
El hombre inglés logró finalmente desatrancar la puerta, y Jhoselynne entró para atender a su hermana discapacitada. La pequeña estaba bien. Tras comprobar que no le había pasado nada, se dirigió donde estaba su hijo para recuperarlo.
«Inmediatamente me dirigí a la vivienda de los vecinos para recuperar a mi hijo, pero no volví a verlo con vida», explica. Asegura que la mujer se lo llevó sin permiso, y que al llegar le hizo saber con un gesto que el pequeño había abandonado la propiedad.
La madre buscó desesperadamente a Álvar, pero no estaba en el jardín ni aparecía por la zona. Lo llamó repetidamente, angustiada. «Salí corriendo a buscar a mi hijo por las calles y el resto de mi familia hizo lo mismo», explica entre lágrimas.
Un cuarto de hora después, su vecina apareció descalza y en bañador. Iba corriendo, como huyendo. Después de recorrer los alrededores de la vivienda en coche, escuchó a su madre gritar desde su casa.
Muerto en circunstancias extrañas
La madre de Jhoselynne había visto el cuerpo sin vida del niño tumbado junto a la piscina. Su vecino lo había sacado del agua. David se subió en su coche y abandonó el lugar a gran velocidad, también en actitud de estar huyendo.
Los servicios de emergencia no pudieron hacer nada por la vida de Álvaro, que había muerto ahogado. La policía abrió una investigación dadas las circunstancias del accidente. Pero no llegaron a ninguna conclusión sólida, y la jueza cerró el caso.
La insistencia de la familia ha hecho que ahora la justicia vuelva a abrir el caso. «Mi hijo Álvaro murió en circunstancias totalmente anormales», asegura la madre. Los investigadores tratan de aclarar qué sucedió, y por qué los vecinos huyeron corriendo.