En el equipo de Pedro Sánchez no hay nadie imprescindible. Así lo demostró el presidente del Gobierno en la última remodelación del Ejecutivo. Nombres consagrados y próximos a él veían como eran relegados de sus cargos.
Entre ellos Iván Redondo, Carmen Calvo o José Luis Ábalos. A Pedro Sánchez no le tiembla el pulso cada vez que tiene que hacer cambios. Los últimos años han sido de enorme desgaste para su equipo y teme que eso le pueda pasar factura a él también.
El próximo mes de octubre tendrá lugar en Valencia el 40 congreso federal del PSOE. Desde el entorno de La Moncloa advierten de que no serán las únicas bajas que habrá en la formación. Se le abrirá la puerta de salida a colaboradores muy afines, que han estado siempre al lado de Pedro Sánchez.
El nombre que suena con más fuerza es el de Adriana Lastra, vicesecretaria general y portavoz en el Congreso. La asturiana se ha ocupado de todo el poder orgánico del partido tras la marcha de Ábalos. Se prevé que abandone la portavocía del grupo parlamentario socialista en las próximas semanas.
Pedro Sánchez quiere afrontar una nueva etapa con una renovación en el Gobierno. Parecía extraño que pudiese suprimir de la figura de Adriana Lastra, considerada su mano derecha en Ferraz. Sin embargo, las destituciones de Redondo, Calvo y Ábalos vienen a demostrar que no hay nadie intocable.
Pedro Sánchez se convierte en intocable
Pedro Sánchez ha ido perdiendo confianza en algunas personas que le acompañaron desde sus inicios. Muchos de ellos resultaron claves para llegar a La Moncloa. Ahora comprueba que ha finalizado su ciclo dentro de la formación y que le toca asumir una serie de cambios por muy dolorosos que parezcan.
Adriana Lastra se convirtió en la número 2 de la formación y portavoz en el Congreso en 2017. Le demostró mucha lealtad a Sánchez durante la campaña de primarias en donde se impuso a Susana Díaz. Siempre provocó mucho rechazo entre los compañeros de partido.
Cuenta con la oposición de bastantes federaciones territoriales y de los barones del PSOE. En los últimos años ha recibido muchas críticas por su fuerte carácter y por su inexperiencia más allá de la política. No hay que olvidar que no se le conoce profesión fuera de este mundo, y que carece de estudios universitarios.
Fuentes cercanas a Pedro Sánchez aseguran a Ok Diario que algunos colaboradores ya han comenzado a buscarse una salida. Tarde o temprano se les abrirá la puerta. "Es irse ahora o en octubre", explican.
Adriana Lastra tuvo la oportunidad de formar parte del gabinete de ministros de Sánchez, pero hasta en dos ocasiones rechazó esta opción. Prefirió continuar con su carrera en el Congreso consciente de que tendría una vida más relajada, sin tanta presión.
En el caso de que sea la próxima destituida por el presidente del Gobierno tendrá la posibilidad de seguir como diputada rasa en el parlamento. Seguiría así los pasos de otros compañeros de formación.
El papel tan relevante desempeñado por la asturiana en las filas socialistas no ha gustado del todo a muchos dirigentes. La consideran un "auténtico lastre". No gusta ni su actitud ni las formas en el grupo parlamentario, pero tampoco entre las organizaciones territoriales.
De hecho, así lo demostraban las distintas agrupaciones. Hasta la marcha de Ábalos demandaban más la presencia del número 3 que la de la vicesecretaria para los actos del partido.
Tampoco cuenta con buen cartel en su tierra, pese a que le une una gran amistad con el presidente del Principado. En más de una ocasión se han retratado juntos en las redes sociales. En cualquier caso, también tiene voces críticas en Asturias.