La variante ómicron es la que más mutaciones distintas genera y esos cambios pueden estar manifestándose en los síntomas que padecen las personas infectadas. Si bien los datos son todavía muy limitados, los primeros indicios apuntan a que la nueva variante produce síntomas distintos a los de otras olas.
Una de las modificaciones más sustanciales es la ausencia casi total de la pérdida del olfato. En las primeras olas aparecía hasta en un 70% de los pacientes y era un síntoma muy común de la Covid-19. Ahora mismo, este síntoma es muy poco habitual o nulo.
Los síntomas más frecuentes en los primeros casos de ómicron en Sudáfrica fueron tos, catarro y cansancio. Hay que señalar que ninguno de los infectados tuvo que ser hospitalizado. Y la media de edad de los contagiados estaba en torno a los 39 años.
¿Por qué la pérdida de olfato es cada vez menos común?
En España, estos síntomas son los que se están dando en plena sexta ola con la variante ómicron como gran protagonista. Vicente Martín Sánchez, catedrático de medicina preventiva, expone que gran parte de los contagiados por Ómicron presenta un cuadro similar al de un catarro.
“La pérdida de olfato es cada vez menos común. De hecho, ya con la variante delta se daba con mucha menos frecuencia”, expone.
A su vez, Martín aconseja a cualquier persona con los síntomas señalados que piense que está contagiado de Covid, se aísle y pida una prueba rápidamente.
“Si la gente sigue haciendo vida normal pensando que si no ha perdido el olfato no tiene Covid contagiará a todo su entorno. No puede ser gripe porque este virus aún no ha aparecido este invierno”, sostiene.
"Sería prematuro pensar que esta variante es menos grave"
Carmen Fariñas, la jefa de infecciosas en el Hospital de Valdecilla de Santander está apreciando los dos frentes de Ómicron de forma directa. “Vemos cuadros con estornudos, goteo de la nariz, dolor de garganta más moderado y menos fiebre que con otras variantes”, detalla la médica.
“Es muy parecido a un catarro normal pero tal vez con un poco más de cansancio y malestar. Ya no vemos la pérdida de olfato y gusto que había sobre todo con la variante alfa, también conocida como británica y aislada en diciembre de 2020”, explica.
"Sería prematuro pensar que esta variante es menos grave", avisa Fariñas. “Es cierto que estamos viendo menos ingresos, pero es que ahora la mayor parte de la población está vacunada. Y muchos otros tienen memoria de una infección previa”, explica.
Lo demostrado es que la variante ómicron provoca menos cuadros graves, pero cuando toca el riesgo de muerte es elevado. Sabiendo que esta nueva variante es más contagiosa que las anteriores, puede surgir un estallido de hospitalizaciones. “Aquí en unos días se han triplicado los ingresos en UCI”, señala Fariñas.
"La pérdida de olfato era un signo específico de Covid, pero muy poco sensible"
Por otro lado, en el Gregorio Marañón de Madrid, para Emilio Bouza, jefe de infecciosas del centro hospitalario, “la infección es más leve y hay menos ingresados. Por ahora es solo una impresión, pues no hay series con suficientes pacientes con la ómicron debidamente confirmados”, confiesa.
“En cualquier caso, la pérdida de olfato era un signo muy específico de Covid, pero muy poco sensible, porque mucha gente enfermaba sin perderlo”, recalca.
Por otro lado, un estudio de la Universidad de Hong Kong utilizando la nueva variante y células humanas ha puesto de relieve otro dato significativo. Y es que esta variante se reproduce 70 veces más que la delta en el tejido de los bronquios, es decir, las vías respiratorias superiores.