Paquita, una mujer de 84 años y residente en Cádiz perdía la vida tras un incendio declarado en su hogar. La mujer alertó a los servicios de emergencia, pero nada pudieron hacer por salvarle la vida.
Sin embargo, la investigación llevada a cabo para esclarecer los motivos del incendio sacó a la luz la cruel realidad. Al parecer, Paquita fue víctima de la codicia desmedida de una de sus sobrinas, quien, tras robarle, decidió quemar la casa con su tía dentro.
La Policía Científica halló indicios que les llevaron a pensar que el fuego había sido intencionado. Eso, y el testimonio de varios testigos, fueron claves para señalar a la sobrina de la víctima como la principal sospechosa.
Muere una mujer en el incendio de su casa
Eran las 2:30 del 20 de septiembre cuando Paquita se despertó alertada por el humo que entraba en su habitación. Pulsó el botón del Servicio de Tele Asistencia de la Junta de Andalucía y fue atendida con rapidez.
Explicó a la asistenta que había un incendio en su vivienda y esta le dijo que intentara salir mientras daba aviso a los bomberos. Pero el humo era cada vez más denso y se desplomó justo a escasos metros de alcanzar la salida.
Cuando llegaron los bomberos, la encontraron en el suelo y la sacaron para ser trasladada al Hospital Puerta del Mar, en Cádiz. Horas después, Paquita fallecía.
Durante el agónico momento, la asistenta intentó localizar a la sobrina de la anciana. La mujer es viuda y no tiene hijos, por lo que dos sobrinas se encargaban de cuidarla. No obstante, no pudieron dar con la que habitualmente ayudaba a su tía.
Se trataba de Rocío, de 41 años, separada y con dos hijos. Sin trabajo fijo, se limitaba a realizar trabajos esporádicos y era la persona que más tiempo pasaba con Paquita. De ahí, que fuera la primera a la que llamaron cuando se declaró el incendio.
"La sobrina se acaba de ir de aquí", explica un vecino. Un testimonio que puso en alerta a la Policía quien acaba deteniendo a Rocío días después.
Detienen a la sobrina como la principal sospechosa de la muerte de su tía
Paquita solo contaba con su familia y amigos para salir adelante. Vivía prácticamente aislada por el miedo al coronavirus y dependía de sus sobrinas para el día a día. Especialmente de Rocío, con la que mayor tiempo pasaba.
Nada le hacía pensar que, precisamente sería esta la principal sospechosa de su muerte. Una vez apagado el incendio, la Policía Científica se dispuso a hacer su trabajo. Pensaban que era un incendio habitual en viviendas de personas mayores, pero los indicios apuntaban otra cosa.
Hallaron cuatro focos, uno de ellos en el colchón donde dormía Paquita, además de un acelerante. Poco a poco todo empezaba a encajar. Aunque Rocío se mostró compungida por lo ocurrido, algo no iba bien.
"Que la sobrina no cogiera el móvil a la chica de la Tele Asistencia, cuando la habían visto minutos antes, ya nos hizo sospechar", cuentan. Además, otra de las sobrinas contó un hecho que había tenido lugar días antes del incendio.
Traicionada por la avaricia de su sobrina
Solo las dos sobrinas de Paquita tenían acceso a su cuenta bancaria. Cuando la anciana le pidió a una de ellas que le sacara dinero para pagar en la tienda, se percató de que no había dinero. Su prima Rocío había ido dejando la cuenta a cero poco a poco.
"En un año hizo 100 transferencias a su cuenta, de poca cuantía, pero había vaciado la cuenta y le había dejado a cero, descubierto total". La investigación llegó a la conclusión de que Rocío le había robado 11.000 euros, todos los ahorros que Paquita tenía de su viudedad.
Al parecer, cuando la mujer se enteró de todo se encaró con Rocío. Una disputa que se produjo horas antes del incendio. Fue entonces cuando la sobrina aprovechó la madrugada para entrar en el domicilio de su tía y prenderle fuego con intención de matarla.
Tras la detención, la principal sospechosa se negó a declarar ante la Policía Nacional. Tampoco lo hizo ante el juez y solo respondió a las preguntas de su abogado. Actualmente se encuentra en prisión sin fianza a la espera de juicio bajo el cargo de "incendio con dolo, intencionado, con un móvil claro: asesinato".