Una niña de 4 años, Kali Cook, falleció mientras dormía a consecuencia del coronavirus. Fue contagiada por su madre, una reconocida anti vacunas que había rechazado la inmunización. De esta manera se convierte en la víctima mortal más joven de Galveston, en Texas.
El lunes de la semana pasada la madre dio positivo en las pruebas del COVID-19. Para que no se infectarán el resto de familia trató de aislarse. Pero eso no fue suficiente.
No solo contagió a la niña de 4 años, también al bebé de apenas cinco meses y a su pareja. Estos dos tuvieron que ser hospitalizados ante la gravedad del virus.
Al día siguiente, Karra Harwood apreció como la pequeña Kaki tenía unas décimas de fiebre. Le dio un fármaco que consiguió aliviarla y se acostó en la cama. A la mañana siguiente, al despertarse, los padres se encontraron a la pequeña muerta.
Contó al diario The Daily News que "falleció mientras dormía". No presentaba graves problemas de salud ni afecciones que pudieran justificar este fatal desenlace. Sí que señaló que tendía a enfermarse más que el resto de sus hermanos.
Este tipo de casos vienen a confirmar la importancia que tiene la vacuna para salvar vidas. Además, también contribuyen a evitar ese efecto contagio que acabó con la vida de la niña. La madre admitió que "era una de las personas que estaba en contra de las vacunas".
Después de todo lo ocurrido ha visto como su opinión cambiaba de manera radical respecto al proceso de inmunización. "Desearía no haber estado nunca en contra", explicó.
Ha querido dar a conocer lo ocurrido con su hija con el ánimo de concienciar a la población sobre los peligros del coronavirus. Hasta la fecha siempre se había dicho que los adultos de más edad eran los más propensos a sufrir el virus. Sin embargo, queda reflejado que también los pequeños pueden ser víctimas de él.
El caso de esta menor tiene lugar en medio de una gran oleada de contagios entre los jóvenes estadounidenses. Preocupa la irrupción de la variante Delta, que golpea con gran fuerza a este grupo de población. Hay que recordar que los menores de 12 años todavía no serán inmunizados, pendientes de encontrar una vacuna ajustada a ellos.
La víctima mortal más joven del condado
Esta niña de 4 años es la muerta más joven de la ciudad debido al COVID-19, acumulando un total de 466 fallecidos en Galveston. Su familia ya prepara su despedida. Para ello ha creado una página de recaudación de fondos en GoFundMe que sirva para costear los gastos del entierro.
Las autoridades locales también han advertido de los riesgos que hay por no vacunarse. Aseguran que no debe perderse el respeto al virus, que está muy presente entre nosotros.
Uno de los responsables de Salud del condado de Galveston, Philip Keizer, dijo cómo había que actuar ante un positivo en niños. "Si sus niños están enfermos, busque atención médica", apuntó.
Cada vez se dan a conocer más casos de menores afectados por el coronavirus. El pasado mes de julio fallecía un pequeño de 5 años por este virus. La Consejería de Sanidad de Canarias detalló que sufrió un ahogamiento accidental y un empeoramiento respiratorio por infección SARS-CoV2".
En mayo, también en Tenerife se notificó la triste noticia de la muerte de un niño de 6 años que sufría patologías previas. Estas situaciones cada vez se repiten con más frecuencia. En Argentina también corrió la misma mala fortuna un menor de 9 años en la provincia de Formosa.
La mayor parte de ellos fueron contagiados por familiares y no habían presentado problemas de salud con anterioridad.