El pasado lunes 13 de septiembre el Gobierno de Canarias alertó sobre la posibilidad de una erupción volcánica en la isla. El Plan Especial de Protección Civil y Atención a Emergencias por Riesgo de Volcánico (Pevolca) así lo recomendó tras las últimas informaciones recibidas.
La entidad a cargo de registrar los movimientos sísmicos, detectó más de 1.500 temblores en los municipios de Fuencaliente, Mazo y El Paso. Todos ellos producidos en la zona conocida como la Cumbre Vieja, al sur de la isla.
A raíz de ello, el Ejecutivo canario aprobó la prealerta de color amarillo. Los expertos recuerdan que estos pequeños terremotos podrían indicar una erupción volcánica, pero aconsejan mantener la calma.
Los expertos avisan de una posible erupción volcánica en España
El Pevolca cuenta con un semáforo que indica el nivel de alerta para la población según el riesgo de erupción volcánica. La prealerta lanzada el pasado lunes, insta a un mayor control del movimiento sísmico así como informar a la población. No obstante, los científicos aseguran que el color amarillo no indica que la actividad suponga un incremento del riesgo.
Una vez decretada la alerta, sí que se hace un seguimiento continuado del fenómeno y se informa de cualquier cambio. En este sentido, los ciudadanos deben estar atentos a las informaciones y recomendaciones que se den al respecto.
No obstante, los expertos avisan. "La Palma es un volcán activo, por lo que antes o después habrá una erupción", recuerda Luca D'Auria. El director del Área de Vigilancia Volcánica del Instituto Volcanológico de Canarias añade que "puede ser en una semana, en un mes o en años".
Lo que ha querido dejar claro es que el riesgo de sufrir una erupción volcánica existe y que no hay que bajar la guardia. "Ya en el siglo pasado hubo dos erupciones y, sin duda, hay que estar preparados para la próxima".
"Todavía no sabemos cuándo, pero lo que ha pasado en los últimos días hace que la probabilidad sea más alta", cuenta el científico.
Un cambio significativo respecto a otros años
Fue el pasado sábado cuando los investigadores comenzaron a preocuparse. El registro de más de 1.500 terremotos a profundidades de entre ocho y trece kilómetros y magnitudes en aumento, han hecho saltar las alarmas.
"El sábado hubo un cambio en Cumbre Vieja que indica un proceso de ascenso magmático a profundidades más superficiales respecto a años anteriores", señala D'Auria. De hecho, el Comité Científico del Pevolca asegura que desde el 2017 se está dando una situación anómala en la isla.
Una situación que se incrementó en verano de 2020 con una serie de terremotos concentrados en el mismo punto. Los expertos los denominan "enjambres sísmicos" y el último tuvo lugar el sábado 11 de septiembre. Este fue el más intenso registrado, tanto por el número de temblores como por su magnitud, sentida por la población.
Hay que estar preparados para una posible evacuación
Tal y como ha explicado el vulcanólogo, la alerta amarilla incrementa el trabajo de los científicos para un mayor control del fenómeno. El objetivo es registrar cualquier cambio para poder anticiparse y actuar según requieran las circunstancias.
Mantener informada a la población es primordial, sobre todo ante la posibilidad de realizar una evacuación de la isla. El color amarillo significa "un estado en el que el volcán manifiesta algunos cambios que necesitan de la toma de acciones científicas", explica.
Concretamente "para entender lo que está pasando y a nivel de información para lo que sería el siguiente cambio, la evacuación".
A juicio del experto, todavía "no hay muchos elementos para hacer una previsión a medio o largo plazo, tendremos que esperar para ver cómo evoluciona".