La muerte de José Manuel Camaño, con apenas 48 años, causó mucha sorpresa entre sus compañeros de profesión.
Este agente de la Guardia Civil falleció el pasado domingo tras sufrir un desvanecimiento mientras practicaba ciclismo muy cerca de su domicilio.
Era un gran aficionado al deporte, y siempre que podía se montaba en la bicicleta para rodar unos kilómetros. Destinado en el destacamento de Tráfico de Antequera, era una persona muy querida en la Benemérita.
La pérdida de José Manuel ha caído como un jarro de agua fría en la Guardia Civil. Nadie contaba con acabar la semana con esta trágica noticia. El percance tuvo lugar a apenas un kilómetro de su casa.
Residía con su familia en la localidad de Fuente de Piedra, en Málaga. Tenía dos hijos, a los que estaba muy unido.
Había salido con su bicicleta, como solía hacer bastante a menudo. Pero en esta ocasión no llegó a su domicilio. Acabaría en el suelo después de sentirse indispuesto.
Tendido sobre la calzada fue descubierto por un hombre de nacionalidad extranjera que pasaba por allí. Se dio la casualidad que era médico y que trató de reanimarlo, aunque sin éxito. Más tarde se unirían los sanitarios del equipo de emergencia que tampoco consiguieron salvarle la vida, como recoge el diario Sur.
Había fallecido de manera repentina y sin que se conocieran patologías previas. Aún se está pendiente de conocer el motivo de su óbito. Su cuerpo fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Málaga.
Allí, como establece el protocolo, se le realizó una PCR para descartar que tuviera infectado por coronavirus. Se trata de un procedimiento habitual desde que irrumpiera la pandemia.
José Manuel Camaño tenía el cariño y la simpatía de los agentes que trabajaban con él. Era un "excelente compañero y mejor persona", aseguró la Asociación Unificada de la Guardia Civil en un comunicado en Twitter. Mostraron su "luto y consternación" por la muerte de este agente del departamento de Tráfico de Antequera.
"Nuestro más sentido pésame a su familia y allegados", concluían el mensaje. Un bonito gesto con uno de los suyos.
El agente muerto llevaba ya unos cuantos años destinado en esta área. En concreto desde 2004, por lo que se le consideraba todo un especialista en la materia. Con anterioridad había estado trabajando en la localidad sevillana de Osuna.
Allí estuvo en el departamento de transporte. Una vez que le destinaron a Antequera, se acabó afincando de manera definitiva en tierras malagueñas con su familia.
José Manuel se marcha demasiado joven
En los últimos días la familia de José Manuel ha recibido multitud de mensajes de condolencia. Entre ellos estaba el del sindicato Jusapol. Utilizaba las redes sociales para trasladar su pésame a los allegados del guardia civil muerto.
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"Te has ido muy joven, compañero, dejando una profunda huella en los que te conocieron", señalaron en Twitter. Todo el mundo coincidía en lo mismo. No podían entender que pereciera a una edad tan temprana y sin que se le conociera ninguna dolencia previa.
Todo el mundo está muy expectante a conocer los resultados de la autopsia. Una vez que se conozcan los informes de los profesionales se sabrán las causas de este fallecimiento tan extraño.
Le gustaba cuidarse y se mantenía en forma con la práctica regular de ejercicio. Existe la sospecha de que pudiera sentirse mal durante el recorrido en bicicleta y optara por regresar a su domicilio. De ahí que apareciera muy cerca de él.
La Guardia Civil llora estos días a José Manuel Camaño, un "buen hombre" y gran "profesional", siempre dispuesto a ayudar a los demás.