La Guardia Civil ha abierto una investigación para esclarecer la muerte de un agente en la Comandancia de Palma de Mallorca. El hombre, de 52 años, ha aparecido muerto en el edificio policial, ubicado en la calle Manuel Azaña. Se desconocen los detalles del suceso, y hay una investigación en marcha.
El agente fallecido era alguien muy conocido en la comandancia de la capital mallorquina. Su muerte ha causado una gran consternación entre sus compañeros. En torno a los hechos hay también una notable inquietud, porque se desconocen las circunstancias en las que habría muerto el agente.
El juzgado de guardia ha sido informado de la muerte del agente y el juez ha ordenado el levantamiento del cadáver. Según avanza el diario balear Última Hora, está previsto que hoy se le practique la autopsia. Los mandos a cargo de la investigación están a la espera de los resultados del examen forense.
La Guardia Civil de Palma se encuentra precisamente en medio de una gran operación. En las últimas horas se han vivido momentos de gran frenesí por una investigación a gran escala. Ha habido registros en domicilios y oficinas profesionales de Palma y Calviá por un supuesto fraude masivo.
Esta compleja investigación sobre una red del crimen organizado ha coincidido en el tiempo con la aparición de un guardia civil muerto. Los hechos no están conectados, pero la muerte del agente se suma a la atareada situación que vive en estos momentos la Guardia Civil de Palma. Un caso más para investigar.
Mensajes para el guardia civil fallecido
Por ahora no se saben las causas de la muerte del guardia civil, y también cabe la posibilidad de que sea debido a una muerte natural. En todo caso, su pérdida ha causado un gran dolor entre sus compañeros, tanto de Palma como del resto de España. Las condolencias no se han hecho esperar.
La Asociación Profesional Guardia Civil (Jucil) se ha hecho eco de la noticia por redes sociales con un crespón negro. "Fallece un compañero de la Comandancia de Palma, todo nuestro apoyo y cariño a la familia y mi más sincero pésame". En la publicación se pueden leer decenas de comentarios lamentando el suceso.
Preocupación por los agentes fallecidos
Se desconoce si el agente ha fallecido por causas naturales o si se habría podido quitar la vida. De ser así, se abriría de nuevo un debate incómodo en los cuerpos policiales Desde 2001 se han registrado cerca de 400 suicidios en la Guardia Civil y en la Policía Nacional, eso es, un agente muerto cada 26 días.
De estos, 235 eran guardias civiles y 160 policías. Estos son los únicos datos que hay al respecto, porque según el Gobierno, el resto es información "reservada" bajo la ley de secretos oficiales. Hay voces dentro de los propios cuerpos policiales que reclaman una mayor transparencia sobre esos casos.
Los expertos señalan que la pandemia y la crisis económica ha hecho mella y ha aumentado los casos de suicidio. La Dirección General de Policía trabaja desde hace años en un protocolo para prevenir los suicidios dentro del cuerpo. Los casos advierten de un alarmante problema dentro de las unidades.
La Guardia Civil cuenta con un protocolo antisuicidios, pero la principal organización de guardias civiles lo califica como insuficiente. Desde la Dirección General se tiran balones fuera y rechaza tomar medidas concretas como piden las asociaciones. El problema sigue latente, a pesar de que cada vez hay más casos.
Es pronto para afirmar la causa de la muerte del guardia civil y el cuerpo pide prudencia por respeto a él y a la familia. Se trata en todo caso de un golpe más para un cuerpo acostumbrado, lamentablemente, a noticias de este tipo. "La muerte no es el final, compañero", le decían hoy en redes sociales.