Lío mayúsculo en Italia tras la última reunión del Consejo de Ministros. En dicho acto, se ha decidido que los profesores de todos los cursos educativos y los estudiantes universitarios deberán contar con el certificado COVID-19. La medida se implantará desde el próximo mes de septiembre, según acordó hoy el Gobierno italiano.
Italia amanecía este jueves con estas palabras de la máxima autoridad del país en Sanidad. "La elección del Gobierno es apostar por el certificado para evitar cierres y proteger la libertad", expuso este jueves el ministro de Sanidad, Roberto Speranza, tras aprobarse este decreto ley.
Aparte de esto, el certificado COVID-19 será obligatorio desde hoy para consumir dentro de bares y restaurantes o entrar en cines, gimnasios o grandes eventos. Como todos sabemos, dicho pasaporte demuestra haber recibido al menos una dosis de la vacuna, haber pasado el coronavirus o haber realizado un test negativo.
Sin certificado COVID, los profesores serán suspendidos y dejarán de percibir su sueldo
El Gobierno de Mario Draghi ha decidido que regrese la educación presencial. Para llevar a cabo esta medida, los profesores deberán disponer del certificado COVID-19. Se exigirá tanto en la escuela como en la universidad e igualmente para todos los estudiantes.
El asunto es que los profesores que no lo presenten serán suspendidos de empleo y dejarán de percibir sueldo desde el quinto día de ausencia. Dicha falta será considerada "injustificada", explicó ayer en la rueda de prensa el ministro de Educación, Patrizio Bianchi.
Para el caso de las universidades, la sanción variará de los rectores porque cuentan con estatuto de autonomía, apuntó Bianchi este jueves, 5 de agosto.
"Debemos volver a vivir la escuela en plena presencia y la vacunación es el único modo para hacerlo", aseguró el ministro italiano. A pesar de todo, el propio ministro desveló que las cifras de vacunación entre los profesores son realmente elevadas.
Si hablamos de los transportes, el certificado sanitario será obligatorio en algunos transportes públicos, pero no en todos ellos. El pasaporte será obligatorio para embarcar en un avión en Italia y para utilizar las naves y barcos que conecten el país. Todos los barcos salvo los que unen el estrecho que separa Calabria con Messina, en la isla de Sicilia.
"Si ahora Italia puede evitar los cierres, es simplemente porque tenemos la vacuna"
Así las cosas, en Italia también se pedirá el certificado sanitario en los trenes de larga distancia entre ciudades y en los trenes cama. A su vez, se pedirá en los autobuses que atraviesen más de dos regiones, aseguró el ministro de Transportes e Infraestructuras italianos, Enrico Giovannini.
"Si el país ahora puede evitar los cierres, si la gran parte de países europeos, a pesar de los números significativos de contagios, como los de España o Francia, no estamos cerrando, es simplemente porque tenemos la vacuna", dijo el ministro de Sanidad, Roberto Speranza.
En Italia ya son 70 millones las dosis suministradas y 33,6 millones de personas ya tienen la pauta completa de la vacuna. El 62,23 % de la población mayor de los 12 años de edad ya está inmunizada, según las cifras desveladas por el Ejecutivo.
El Gobierno de Mario Draghi, apoyado por todos los partidos políticos, menos el ultraderechista Hermanos de Italia, mantiene una división clara. Están los que ven bien establecer estas medidas de rigor, sobre todo los partidos de izquierda. Por otro lado, están los que abogan por un control más liviano y mayores aperturas, como los partidos de derecha.
Hay que destacar que el decreto ley fue aprobado de forma unánime. Según Speranza, de la izquierdista Libres e Iguales, no demuestra la victoria de unos u otros, sino que es "el triunfo del país", sentenciaba ayer.