Italia fue el primer país de la Unión Europea en notar los estragos de la llegada del Covid-19. La primera ola fue devastadora en el país alpino y sus indicadores fueron uno de los referentes sobre lo que podía pasar en España. Ahora, a pesar de que la segunda ola entró mucho más tarde haciendo pensar que la podían evitar, los rebrotes están poniendo a Italia en una situación delicada al anotar cifras de contagio muy por encima de lo considerado prudente.
Como consecuencia, Filippo Anelli, presidente de la Federación Nacional del Colegio de Médicos de Italia, ha hecho un llamamiento al Gobierno para endurecer las medidas tomadas para frenar la pandemia. Los contagios siguen subiendo y con ello las hospitalizaciones que amenazan con colapsar la sanidad.
Con 32.616 casos de coronavirus y 331 fallecidos registrados en las últimas 24 horas, Anelli advierte que «si se consideran los datos de esta semana como una tendencia típica y si los proyectamos sin prever mayores incrementos, la situación en un mes será dramática y por lo tanto debemos recurrir de inmediato a un cierre total».
Las medidas tomadas no son suficientes
Ante la grave situación epidemiológica por la que está atravesando Italia, Giuseppe Conte, primer ministro del país, puso en marcha una serie de medidas destinadas a frenar los contagios. Unas medidas de restricción que afectaban a varias ciudades consideradas como las zonas rojas de la pandemia.
Lombardía, Piamonte, Calabria y el Valle de Aosta han sido las regiones donde el gobierno italiano ha volcado sus esfuerzos para paliar los efectos de la pandemia. A estas zonas se les ha aplicado un confinamiento que, a ojos de los expertos, es muy blando. Sus habitantes no pueden abandonar la región y salir de casa a no ser que sea por motivos laborales, de salud o para comprar.
Por contra, Campania, calificada como zona amarilla, no sufre restricciones tan severas pero desde algunos hospitales se pide que se empiecen a tomar medidas más contundentes al notar un incremento de coches con pacientes haciendo fila para ser examinados. «Con la media actual, en un mes llegaríamos a 10.000 muertos más» alertan.
Se avecina «una tragedia nacional»
Los datos no son nada esperanzadores para Italia. Filippo Anelli ha asegurado que están al borde del colapso y que esto podría tener consecuencias catastróficas. «O bloqueamos el virus o nos bloqueará porque nos están avisando de que el sistema no aguanta e incluso las regiones ahora amarillas pronto se encontrarán en las mismas condiciones que las zonas más afectadas» ha sentenciado.
De la misma opinión es el asesor del ministerio de Sanidad para la emergencia, Walter Ricciardi, quien también demandaba poner en marcha y de manera urgente «intervenciones absolutamente rápidas» pues de lo contrario «se avecina una tragedia nacional».
Varias regiones de Italia pasarán a zona roja en las próximas horas
Junto a las regiones de Lombardía, Piamonte, Calabria y el Valle de Aosta ya declaradas como zona roja, muchas otras se pueden sumar en las próximas horas. Desde el gobierno Italiano ya se está barajando que Campania, Veneto y Toscana pasen a ser consideradas zonas rojas por su elevado número de contagios y su posible colapso sanitario. Para las autoridades de Nápoles, situada en la región de Campania, esta decisión es «inevitable» y «tardía».
El Hospital de Cotugno, uno de los principales de Nápoles, se encuentra al límite hasta el punto de que los pacientes con coronavirus han recibido oxígeno desde sus vehículos o ambulancias estacionados en el parking del hospital. El Instituto de Sanidad italiano ha advertido que están cerca de una epidemia incontrolada en todo el país.
Cerrar el país de manera inmediata
Teniendo en cuenta la delicada situación a la que se está enfrentando Italia, los expertos y las autoridades sanitarias advierten de que la única medida que puede frenar los contagios es el «cierre total» del país. Algo que el Gobierno central no descarta y que puede ser una decisión que se tome en las próximas horas.